VALÈNCIA. Los datos de matriculación de vehículos en la Comunitat Valenciana y la provincia de Castellón experimentaron un considerable repunte el pasado mes de enero en comparación al mismo período del año pasado. Una subida que el sector achaca a retrasos en las entregas y que no acaba de tranquilizar a las patronales, desde donde recuerdan que, pese al crecimiento, los registros siguen bastante por debajo de los previos al estallido de la pandemia de coronavirus.
Así, según los datos de la DGT, en la provincia de Castellón se matricularon 585 turismos y todoterrenos, casi un 22% más que el mismo mes del año pasado. Un repunte que se ha vivido especialmente en los vehículos comprados por particulares, que han subido más de un 24% hasta las 384 matriculaciones. Los vehículos de empresa han crecido un 14,6% hasta los 196 en el mes de enero.
Se trata a priori de un inicio de año positivo para el sector automovilístico, aunque ciertamente mucho más moderado que en el resto del territorio de la Comunitat Valenciana, donde el repunte interanual ha sido casi del 50% en Alicante -2.424 vehículos- y del 32% en València -2.506 vehículos-. En toda la autonomía, el crecimiento se ha situado en el 37,8%.
Son cifras que, si bien parecen alentadoras -en toda España se ha empezado el año con una subida del 51%-, el sector las coge con pinzas por diferentes motivos. Uno de ellos es que el mes con el que se hace la comparación, enero de 2022, fue un período con cifras muy negativas por la crisis de suministros, los cuellos de botella y la falta de microchips. Otro, que muchos de los vehículos registrados en enero, en realidad son ventas atrasadas de finales de 2022. Y además, porque la inflación amenaza con resentir la demanda.
"Es un buen dato pero hay que verlo con perspectiva, explica el director de comunicación de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), Félix García, según el cual "los efectos de la pandemia y de Filomena en los meses de enero de años anteriores distorsionan la realidad del mercado de vehículos en España". En ese sentido, la comparativa con los datos del enero previo al estallido de la crisis del covid no es halagüeño todavía.
"El dato relevante es que todavía nos situamos un 26% por debajo de las cifras de enero de 2020", incide García. Por ejemplo, las ventas a particulares se mantienen "todavía muy bajas" y "hay que ver cuánta de la subida producida en enero se debe a los vehículos que no se distribuyeron en los últimos meses de 2022". A su juicio, este año es "clave" para el sector y, consciente de que la inflación es "un importante condicionante para la decisión de compra", pidió medidas de incentivo tanto económicas como fiscales: "Las decisiones políticas que se tomen serán clave para el futuro de nuestra industria y de sus empleados".
Una prudencia que también manifestó su homólogo en la patronal de concesionarios Faconauto, Raúl Morales: "El fuerte incremento de las ventas en este arranque del año en realidad refleja lo inestable que está el mercado de la automoción". Así, achacó el buen arranque de año a que "se han contabilizado las unidades que en diciembre se dejaron de matricular debido a los problemas con el transporte", por lo que negó un cambio de tendencia: "El contexto que lastraba el mercado sigue siendo el mismo y lo previsible es que, de cara a los meses siguientes, volvamos a ver un nivel de muy bajo de matriculaciones", sentenció en este sentido.
También la dircom de la patronal de vendedores de vehículos Ganvam, Tania Puche, advirtió de que no hay que "lanzar las campanas al vuelo porque seguimos muy por debajo de los niveles prepandemia y de las 100.000 unidades mensuales que, en teoría, le corresponderían a nuestro mercado [en España]". E insistió en que enero de 2022 fue "el segundo peor enero en más de dos décadas por la crisis de los chips". Por lo que instó a considerar la mejora de los datos "con cautela".