CASTELLÓ. El TAU Castelló encajó una sorprendente, decepcionante y merecida derrota por 80-89 a manos del colista de la categoría, el Marin Ence Peixegalego, que se presentaba en la capital de La Plana con solo una victoria en su casillero. Los pontevedreses vencieron con justicia, ya que mostraron mucha más sed de triunfo que su rival, cuya intensidad estuvo muy por debajo de lo exigido.
El conjunto gallego empezó fuerte con una actuación destacada de su alero, Badmus, que anotó dos triples consecutivos. Por contra, no mostraba buen tono el TAU Castelló, al que se veía con la poca intensidad que ha desplegado en algunos de sus compromisos. Ante estas facilidades ofrecidas, el combinado gallego atacaba cómodo, moviendo el balón con fluidez y encontrando situaciones óptimas, tanto cerca como lejos del aro. Además de la desidia defensiva, los ataques castellonense eran cada vez más precipitados y, con este panorama, Toni Ten empezó a mover el banquillo en busca de algún revulsivo, pero éste no llegó. De hecho, se produjo una situación delicada para los locales (12-19), que tuvieron que recurrir a su primer tiempo muerto.
Tras esta pausa, los de La Plana cambiaron algunos ajustes defensivos, incidiendo en los exteriores galleros, pero la cosa no mejoraba mucho. Sobre la pista, había un equipo que, a pesar de ser el colista, mostraba ambición, apretaba en las líneas de pase y peleaba al máximo cada rebote, mientras que el TAU Castelló era lo opuesto.
Así pues, la cosa no pintaba bien al inicio del segundo cuarto (20-28), pero se vio algo más de chispa en el combinado anfitrión, con lo que la diferencia se redujo (29-32, min. 14), pero aún no se veía su mejor versión. De hecho, en cuanto los pontevedreses alcanzaron una pequeña racha de acierto, volvieron a estirar la diferencia (29-37, min. 15) y a forzar un tiempo muerto local. Únicamente en jugadas aisladas se podía apreciar la actitud esperada y deseada en el TAU Castelló. Saunders hacía daño con sus penetraciones, dividiendo la defensa castellonense y el rebote continuaba siendo una sangría, ya que el Marin llegó al descanso con 10 capturas ofensivas, para un total de 24, por sólo 17 de los anfitriones. Así las cosas, el TAU Castelló se fue al vestuario con unos sonrojantes 46 puntos en contra, aunque su desventaja era de solo 8 puntos. Podía haber sido peor y había margen para la remontada.
En la reanudación, la determinación de Wade-Chatman servía para mantener a los locales en el partido, ya que el tono general se mantenía en bajas revoluciones, sobre todo en el apartado de los rebotes, que ya rozaba el ridículo. La alarma roja llegó en el minuto 27, con 50-64 en el marcador y cierta crispación en los jugadores del TAU Castelló con la desconcertante actuación arbitral. Los anfitriones probaron la zona, pero los gallegos respondieron con un par de triples antes del final de ese tercer cuarto que les dieron un gran respiro, ya que la renta se mantenía por encima de los diez puntos. Asimismo, la sensación de una posible victoria local se desvanecía a cada minuto que pasaba.
En el último cuarto, pocas cosas cambiaron. La intensidad no era alta y las ideas para elaborar ataques eran más bien escasas. Con todo, hubo un atisbo de esperanza a tres minutos del final, ya que los destellos individuales de Juanjo García hicieron que se bajara de la barrera psicológica de los 10 puntos (71-80). La cosa se puso mejor con una canasta posterior de Djukanovic (73-80), pero cada vez quedaba menos tiempo. Los castellonenses tuvieron que arriesgar en defensa y al estar ya en bonus, el Marin Peixe Galego encontró en los tiros libres su tabla de salvación. De este modo, se certificó la inesperada y decepcionante derrota de los de La Plana.