CASTELLÓN. El concejal de cultura de Benicàssim, Javier Alonso, ha adelantado este jueves la planificación de los trabajos de sustitución de todo el mobiliario del Teatre Municipal Francesc Tárrega que se adjudicó a la empresa Figueras Seating Solution SL y que finalmente ha sido ratificado tras la resolución de alegaciones al concurso. La sustitución de las butacas del teatro comenzará con la firma del contrato de adjudicación la próxima semana, según ha informado el consistorio a través de un comunicado.
Alonso ha explicado que los trabajos de sustitución del patio de butacas comienzan de manera inmediata. El primer paso es tomar las medidas necesarias para fabricar las piezas ex-profeso para el teatro. A partir de ahí, en un plazo de un mes, más o menos, se fabricarán las butacas y los materiales complementarios. Esa fabricación está prevista que termine a mediados de mayo. Será entonces cuando el teatro cierre sus puertas durante un mes, tiempo en el cual se procederá a la sustitución de la butacas.
El concejal de cultura ha señalado que “Estamos ante una de las actuaciones más importantes que se han hecho para mejorar el teatro en los últimos años. Durante estos últimos cuatro años se han acometido muchas mejoras que han ido siempre encaminadas a ofrecer una mayor comodidad y seguridad de los espectadores en el teatro. Primero se procedió a la sustitución de todo el telonaje y la mejora de los camerinos y, ahora, con el cambio del mobiliario, nuestro teatro va a ser, sin duda uno de los más modernos y mejor equipados de la provincia”.
El nuevo patio de butacas, que supone una inversión de 303.217,53 euros, contará con un sistema que permitirá el replegado de las mismas para utilizar el espacio con diferentes formatos escénicos y que esté preparado para usos múltiples. Para ello, las butacas deberán estar montadas sobre raíles que se recogerán apartando parte o todas las butacas hacia las paredes laterales o trasera. Además, las nuevas butacas deberán cumplir todos los requisitos estipulados por el Código Técnico de la Edificación para garantizar la accesibilidad, seguridad y distribución de los asientos, así como su reacción ante un posible caso de emergencia.
Las butacas deberán plegarse sobre si mismas con un sistema que minimice el ruido y que permita que, una vez levantado el espectador, el sillón vuelva a sus sitio. La singularidad de la tapicería, el tejido así como una barrera antifuego entre el almohadillado y la tela, son algunas de las especificaciones que se tendrán en cuenta a la hora de seleccionar las nuevas butacas.
Javier Alonso ha señalado que “con este proyecto se va a tener una especial sensibilidad para las personas con movilidad reducida, ya que se ofrecerán plazas en las que las butacas estén preparadas para garantizar la transferencia de personas con movilidad reducida, por ejemplo entre una silla de ruedas y la propia butaca. Y, por supuesto, se dejarán libres espacios de fila para que cualquier persona con escasa movilidad pueda acomodarse con su propia silla de ruedas”.