CASTELLÓ. El turismo de Castellón trabaja desde hace años en incrementar el peso del visitante extranjero en la provincia, que solo representa el 20% del total. De momento aún no ha dado con la tecla. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística exponen un repunte en las visitas de un 11% en el último verano respecto al mismo periodo de 2023, pero al mismo tiempo reflejan el mismo descenso del 11% en primavera y unas cifras similares en el primero, de manera que en el acumulado de año solo despega un 2%.
Castellón ha recibido de enero a septiembre 407.664 turistas extranjeros, lo que supone un alza de un 2% en comparación a 2023. En pernoctaciones ha sumado unos números parecidos al ejercicio anterior, con 5 millones, y en este caso más de la mitad corresponden a noches en alojamientos no de mercado, es decir, en segundas residencias o casas de familiares o amigos, con 2,5 millones, según la última encuesta de la Conselleria de Turismo.
El gasto crece un 5,6% en el acumulado del año, con 477 millones de euros, mientras el medio lo hace un 4,6%, con 94,7 euros al día.
Este crecimiento es consecuencia de los buenos resultados del tercer trimestre, que corresponde a la temporada alta de verano. 221.255 viajeros llegaron de julio a septiembre en Castellón, un 11,6% más que en el verano de 2023, mientras las pernoctaciones mejoraron un 10,4%. En esta línea, la inversión subió un 11,6%, hasta los 280 millones.
Aunque es reseñable el crecimiento en los principales meses de turismo, los pobres resultados del resto del año evidencian que Castellón todavía tiene un largo recorrido por hacer para alcanzar su objetivo de desestacionalización. Ya que todo lo ganado en verano se perdió en primavera.
En el segundo trimestre, las visitas decrecieron un 11% y las pernoctaciones se desplomaron un 23,6%. Las llegadas a alojamientos no de mercado fueron las que más cayeron, hasta un 37,8%. El gasto total bajó menos, un 4%, y se quedó en los 116,3 euros. Como único dato positivo, el diario aumentó un 25,6%, con 100,4 euros.
Por último, en el primer trimestre el número de turistas permaneció estable, con una variación al alza de solo un 0,1%, con 70.555. No obstante, las noches despuntaron un 17% gracias a estancias en segundas residencias. Por su parte, el gasto por viaje subió un 1,1% mientras el gasto descendió un 14%.
De esta manera, Castellón sigue centrando su turismo en el mercado nacional, que acapara un 80%. Los empresarios del sector intentan desde hace años en potenciar el perfil internacional con el propósito de caminar hacia la desestacionalización, pero aún no se ha logrado. Confían en el impacto del aeropuerto de Vilanova, pero las estadísticas señalan que buena parte de sus llegadas no tienen un destino final en localidades de Castellón.
Uno de los segmentos que está pisando fuerte con el turismo internacional es el camping, que desde la pandemia protagoniza una línea ascendente, sobre todo con residentes internacionales.