CASTELLÓ. El turismo en Castellón avanza de forma desigual según sus diferentes usos reisdenciales. Así, la oferta rural se ha estancado en verano mientras se han disparado las estancias en los campings, cuya cifra de viajeros ya roza el 40% de las noches de alojamientos extra hoteleros de la provincia y se acerca a la ocupación de los apartamentos, que en temporada estival suele ser la dotación turística preferida junto a los hoteles, según pone de manifiesto el Instituto Nacional de Estadística.
El camping es el sector que más ha crecido este verano en el turismo provincial, al margen de los hoteles, con un aumento en julio y agosto de un 26% en viajeros y de un 35% en pernoctaciones respecto al mismo periodo de 2023. Los 41 establecimientos de Castellón han recibido en dos meses a 95.181 visitantes y han contabilizado 609.467 noches, unas cifras muy por encima de la temporada alta de 2023, cuando hubo 160.000 pernoctaciones menos que en el actual ejercicio.
El grado de ocupación ha sido similar a 2023, con un 61% en agosto y un 53% en julio, por lo que el empuje se ha debido al aumento vertiginoso de las visitas. El nacional acapara el 77% aunque el incremento se ha dado tanto en el turista español como en el extranjero. Su ascenso es tal que sus reservas representan el 60% de las que han tenido los apartamentos.
Esta instalación ha experimentado una evolución al alza principalmente desde la pandemia de la Covid. Primero lo hizo fuera de la temporada veraniega, con unos números en Castellón en los últimos invierno y primavera que duplican la ocupación de 2019. Y visto la última encuesta del INE, esta tendencia se esta afianzando en verano.
El presidente de la Asociación Provincial de Campings, Christophe Delaitre, explicó en agosto que esta mejora se debe a la inversión realizada por los campings en diez años y a la subida de la demanda tras la covid.
La ocupación de este alojamiento sobrepasa en invierno al apartamento pero en verano se quedaba tradicionalmente muy distanciado. En 2024 se ha aproximado al sumar 609.467 noches en julio y agosto frente a las 1.004.547 del residencial turístico. En este hecho ha incidido en que la demanda en el apartamento ha variado levemente, un 1,4% en pernoctaciones y un 5% en viajeros. Además, la ocupación ha bajado un punto en agosto en comparación al mismo mes de 2023. Esta contención es consecuencia, según el colegio de agentes inmobiliarios de Castellón, al encarecimiento del precio del alquiler turístico.
La actividad extra hotelera que peores resultados ha registrado en verano ha sido el turismo rural. Aquí los viajeros han descendido un 4% y las pernoctaciones un 20%. El primer caso ha congregado a 10.227 y el segundo a 44.306. Como dato positivo, el turismo extranjero ha despuntado un 197% en relación a 2023 pero aún sigue siendo muy minoritario y ha sido insuficiente para compensar la caída del español.
Además, la oferta ha disminuido, con 311 establecimientos en agosto de 2024 frente a 331 en agosto de 2023. Un balance que muestra que el turismo del interior, con la excepción de Morella y Montanejos, tiene todavía un largo camino que recorrer.