VILA-REAL (EFE). El Villarreal completará este verano en fichajes un gasto que supondrá la tercera parte de lo invertido en la pretemporada de 2018, siempre y cuando no supere con alguna operación imprevista las que ha programado para afrontar la campaña 2019-2020. La principal causa de esta reducción ha sido la ausencia del equipo de competiciones europeas, ya que este año no podrá disputar la Liga Europa como consecuencia de la irregular campaña 2018-2019.
La entidad que preside Fernando Roig ha gastado hasta el momento en torno a 13,5 millones de euros, a los que se deben añadir las cantidades correspondientes a la cesión de Zambo Anguissa y lo que pagará por el fichaje de Javier Ontiveros, una contratación que el club todavía tiene la esperanza de concretar. En el caso de Ontiveros su traspaso se tasa en 7,5 millones, mientras que el de Zambo Anguissa se ha dado a conocer que la contratación dentro de un año supondría un desembolso de 25 millones, pero no se ha concretado la cantidad a abonar este año por la cesión.
Por ello, el desembolso del club de la Plana rondará este verano los 20 millones de euros, lo que supone una reducción a la tercera parte respecto a los más de 60 invertidos en el ejercicio anterior.
Así, el mayor gasto de esta temporada ha sido el de los 8 millones de euros pagados por el lateral Rubén Peña, a los que se deben sumar cuatro millones por la libertad de Raúl Albiol y 1,3 por Moi Gómez, que suman casi 13,5 millones. A esta cantidad se deberían sumar los 7,5 millones por Ontiveros.
Mientras, en la campaña pasada el club gastó más de 60 millones que se repartieron entre Gerard Moreno (20), Toko Ekambi (18), Santi Cáseres (10), Ramiro Funes Mori (8) y Miguel Layún (4). A esto además habría que sumar las cantidades que el club dejó de pagar por Carlos Bacca, jugador que entró en la operación de salida de Samu Castillejo al Milan y que se habría tasado en 7 millones de euros.