Pide a los partidos del Consell que cuiden el Botànic. "Hagamos lo posible para que mantenga su estabilidad y su fuerza transformadora", reclamó.
VALÈNCIA. Diez años después de haber entrado en Les Corts como el diputado más joven de aquella legislatura, Fran Ferri se despidió del estrado del parlamento valenciano. "Han pasado diez años pero qué diez años", apuntó el aún síndic de Compromís, conscientes de haber encanecido y de estar entrando "peligrosamente" en la década de los cuarenta. Sus fans lo encontraron enternecedor igualmente.
Emocionado (se le escaparon algunas lágrimas y se le quebró la voz al recordar la muerte de su padre) y más nervioso que en su debut según dijo, pasó de puntillas por los presupuestos que había subido a defender y aprovechó para elegir sus tres momentos favoritos de esta década.
"El primero cuando Beatriz Garrote la representante de la asociación de las víctimas del accidente del metro pudo hablar desde esta tribuna. ese día ganamos en dignidad. El segundo la primera vez que la bandera LGTBI se colgó en la puerta de Les Corts. Me emociona pensar que jóvenes que salían del colegio tras haber sufrido 'bulling' veían que su parlemento les representa. El tercero, la declaración institucional en memoria Guillem Agulló y de todas las víctimas del odio y quiero agradecer especialmente a Isabel Bonig del Partido Popular por haberme firmado esa declaración. Ese día saldamos una deuda democrática con la memoria", repasó.
El recuerdo a la expresidenta del PPCV fue uno de los muchos que hizo Ferri, entre los grupos y entre cada departamento de Les Corts, con la única excepció de VOX.
Entre todos, del personal de limpieza, a los informáticos, de Vicent Marzà a Mónica Oltra ("mis leyes preferidas las has hecho tú, muchas gracias, mucha fuerza y adelente vicepresidenta"), de su asesor a su pareja ("el primer damo"), destacó el que hizo al síndic socialista Manolo Mata.
"Sólo podía quedar uno y has sido tu. Has podido con todos nosotros. Más de seis años juntos, con mucho trabajo, negociaciones y posiciones a veces alejadas. Trampitas que nos hemos hecho el uno al otro y que nos hemos perdonado. Seis años de risas y confesiones, de aprendizaje. Para mí has sido un maestro", le dijo.
Mata aguantó el tipo en el escaño y se desató cuando le tocó subir a la tribuna. "Fran, te quiero un huevo ("un ou", concretamente). Estoy en shock desde que me dijiste que te ibas. creo que eres la persona de la que más he aprendido. Has sido aire fresco para este parlamento y para mí. Es una pérdida brutal", señaló
Pero Ferri también dejó tres peticiones porque aseguró que no deja la "militancia". "Cuidemos el Botànic, hagamos lo posible para que mantega la estabilidad y su fuerza transformadora. Cada día que pasa del Botànic es un día más para mejorar la vida de los valencianos y valencianas", señaló. También pidió que haya un mejor trato personal porque "no sólo hacen falta psicólogos" y acabó un mensaje contra la ultraderecha sin nombrarla. "Cuidemos nuestra democracia, no es perfecta pero es lo mejor que tenemos. Seamos militantes de la democracia, plantemos cara a los enemigos de la libertad, no nos podemos permitir volver atrás", setenció. Y se siguió yendo.