VALÈNCIA (EFE). Una mezcla de varios ingredientes entre los que destacan el alza de los costes de producción, la mala climatología y las importaciones desde China han producido un cóctel que amarga la producción de miel de los apicultores y que ha hecho saltar las alarmas.
Frente a estas adversidades, los productores se muestran expectantes por este nuevo año sin perder de vista la "producción de miel que hay almacenada sin venderse" de la pasada cosecha debido a la "mala calidad" provocada por las lluvias.
Así lo ha explicado en declaraciones a Efeagro el presidente de la Asociación de Apicultores de España, Mario F. Navarro, quien a pesar de no hacer predicciones sobre esta campaña ve con dificultades la situación del mercado.
En total, en España hay 35.086 explotaciones apícolas de las cuales 15.071 practican la trashumancia, según los últimos datos actualizados del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
La mayor parte del censo de colmenas y de la producción de miel y cera se concentra en las Comunidades Autónomas de Extremadura, Andalucía, Castilla y León y la Comunidad Valenciana.
Hasta el 2015, el sector ha vivido una paulatina recuperación que contrasta con los malos pronósticos que sobrevuelan ahora a la producción.
Ahora, según ha explicado a Efeagro el responsable del sector apícola de COAG, Pedro Loscertales, la cosecha ha bajado un 50 % en el último año, y a eso le suma el alza de los precios.
Unos precios que "durante los tres primeros meses de 2022 estaban a 0,80 y han llegado a subir a 1,70 euros", detalla a la vez que explica que producir un kilo de miel “cuesta entre 4 y 4,5 euros” sin tener en cuenta el precio del vidrio, que también ha subido.
A todo esto hay que sumarle "una serie de condiciones entre las que resaltan las climáticas que han hecho que la producción del 2022 se quede, en gran parte, estancada sin salida al mercado". Y enumera la sequía, el exceso de frío y los calores temprano como los causantes.
Ese stock ha propiciado, según detalla el presidente de la asociación, que la situación de los productores se haya complicado para este año.
Pero de entre todos los ingredientes que se mezclan en un cóctel que ahoga a los productores españoles, tanto el presidente de la asociación como el responsable de COAG han resaltado el aumento de las importaciones de miel desde China.
Ambos advierten de que el producto que se trae desde el país asiático no cumple con los estándares de calidad; tal y como denuncia Navarro, la miel china es calentada a una temperatura "muy alta" que hace que el producto se queme y pierda sus propiedades.
Precisamente por este problema han salido a las calles a manifestarse los apicultores valencianos en una concentración que ha reunido a un centenar de camiones, furgonetas y coches particulares por Valencia.
En ella, las organizaciones profesionales agrarias y entidades relacionadas con el sector apícola de la Comunitat Valenciana han denunciado que el bajo precio de la miel, a pesar de la poca producción en España, está provocado por la competencia del producto importado, sobre todo de China.
Y califican, en la misma línea que el presidente de la asociación nacional, a la miel del país asiático como una "pseudo-miel" con un etiquetado "poco riguroso".
Además, el responsable del sector apícola de COAG arroja también la posibilidad de que desde Ucrania esté entrando miel de China con un etiquetado diferente.
El alza de los precios, una menor producción y las importaciones de China; todo ello, una acumulación de factores que hace saltar las alarmas en el sector apícola español.