El economista apunta, entre otras herramientas, a los recortes diferenciales en las operaciones de garantía en función de las puntuaciones climáticas
MADRID. La reducción del ritmo de subidas del Banco Central Europeo (BCE) a 25 puntos básicos refleja el efecto retardado del endurecimiento acumulado de la política monetaria sobre las condiciones crediticias y los datos de préstamos. Dicho esto, con la inflación todavía demasiado alta, el BCE "no hace una pausa" y subirá al menos una vez más en este ciclo.
En lo que diferimos más sustancialmente con respecto a las expectativas de consenso es en la anticipación de un ciclo de recorte de tipos significativo durante 2024, en el marco de una desaceleración de Estados Unidos, que también llevaría el crecimiento de la Eurozona a terreno negativo y pesaría fuertemente sobre la inflación.
Por último, un detalle importante que no debería perderse de vista hoy es que, con el paso del BCE a la liquidación total de los activos de APP que vencen, ya no puede " dirigir " las reinversiones en bonos corporativos hacia emisores con mejores credenciales climáticas. Esta había sido la primera incursión del BCE en la ecologización de la política monetaria.
Por lo tanto, el BCE puede explorar otras herramientas de política monetaria 'verde', como recortes diferenciales en las operaciones de garantía en función de las puntuaciones climáticas o el ajuste de los requisitos de capital en los préstamos bancarios en función de criterios climáticos.
Paul Diggle es economista senior de abrdn