Foto PEDRO ETURAVALÈNCIA. Veinte años después de su creación y diez después de su disolución vuelve a escena una nueva Agencia Valenciana de la Energía. Para acelerar su creación, en el contexto de la actual crisis energética pero también con el horizonte de la soberanía que se pretende alcanzar en 2030, el Botànic tramitará en Les Corts a instancia de Compromís su creación dentro de una 'Ley de Soberanía Energética' aunque ahora mismo no hay acuerdo sobre si podrá comercializar directamente o no energías.
La antigua AVEN fue creada en 2002 por el gobierno popular de Eduardo Zaplana tras acuerdo unánime de Les Corts y también en el marco del deficit productivo de la Comunitat Valenciana y fue finiquitada por el también porpular Alberto Fabra en la crisis de 2012 para integrarse en el IVACE-Energía. Hace ahora tres años, en el acuerdo para el segundo pacto del Botànic, se pactó retomarla "como herramienta de producción y distribución de energía renovable para las administraciones, los hogares y el tejido empresarial como paso previo a la creación de un organismo con capacidad para la generación energética". En ese segunda parte está el meollo del asunto ahora mismo.
El anuncio de la iniciativa tuvo miga. La intención de promulgar la ley el Les Corts la realizó la síndica de Compromís Papi Robles en la pregunta de control a Ximo Puig, agarrándose a la insistencia del president en acelerar el avance hacia la "soberanía energética" e invitando a sus socios a realizar la construcción del texto juntos. En su respuesta, el president no se mojó. "Tenemos que buscar los instrumentos, que son discutibles, pero los valencianos debemos tener garantizada la energía. Cualquier iniciativa es bienvenida porque aquí venimos a escuchar y a encontrar las mejores soluciones", apuntó.
En Unides Podem están dispuestos no sólo porque se trata de un acuerdo del Botànic sino porque han hecho varias propuestas en este sentido. Hace ahora un año llevaron el asunto a la tribuna pero el tema no salió adelante porque en el PSPV no veían nada claro que la Agencia incluyera una empresa pública comercializadora como se hizo en Barcelona. Desde las filas socialistas argumentaban que la iniciativa del gobierno de Ada Colau fue un "fracaso" y no han cambiado ese análisis. Ahora mantienen su apoyo a una nueva Agencia, explicaron a este periódico fuentes del PSPV, pero sin empresa pública comercializadora. Ese será el principal obstáculo.
"Es un momento para que los grupos se pongan de acuerdo en estas cuestiones en concreto", señaló Robles, que no quiso confirmar la evidente apuesta de su grupo por poder tener esa empresa. "La situación es crítica y la respuesta ha de ser completa y justa. Con esta Agencia aportaríamos desde lo público a un espacio que está copado por la empresa privada", deslizó.
El modelo, aclararon no sería Barcelona sino el Institut Balear de l'Energia (más cercano a los socialistas por estar gobernando allí) y la idea de Compromís sería que la Agencia pudiera colaborar con los Ayuntamientos (cediendo estos los terrenos y llevándose los beneficios) para la promoción pública de proyectos para generar, almacenar y gestionar energías renovables, así como sistemas de carga de vehículos y la venta de excedentes y que pudiera hacer ese mismo papel con cooperativas ciudadanas.
El proyecto, en cualquier caso, no parte de cero. De hecho, está muy avanzado aunque desde el Consell. La idea es llevar a Les Corts el texto en el que está trabajando ya el IVACE y que el conseller Rafa Climent ya había presentado en la última reunión de la Comisión Delegada de Transición Ecológica y Sostenibilidad Ambiental (TESA). Si el camino es ese, apuntan desde Unides Podem, saldrá adelante porque el proyecto está encauzado y hay buena sintonía entre todas las consellerias afectadas. Tras la sorpresa inicial desde la formación morada
Desde Economía, también en manos de Compromís, estaban avisados del anuncio que se iba a hacer y creen que la tramitación parlamentaria de un texto que ellos han creado acelerará la creación efectiva de la Agencia y evitará problemas para su posterior puesta en práctica.
