la negociación de las cuentas siempre ha enfrentado a los socios, que ya toman posición 

El Botànic, ante el reto de una negociación civilizada para sus últimos presupuestos

24/08/2022 - 

VALÈNCIA. Como después de cada verano e inicio del curso político, los partidos que conforman el Botànic se preparan para la ya tradicional batalla de Presupuestos. Dependiendo del año, con un ánimo diferente según las circunstancias, pero que siempre acaba desencadenando choques en determinadas partidas que se alargan durante varios meses hasta su aprobación en Les Corts Valencianes en diciembre. 

Tras un agosto marcado por los incendios en los que el president de la Generalitat, Ximo Puig, y algunos consellers han tenido que enfrentarse a una gestión complicada por lo ocurrido, en el Palau ya se empieza a escuchar la frase: "Y ahora presupuestos". 

En el PSPV confían en que este año pueda ser más tranquilo que otros, aunque son conscientes de que es complicado que todo vaya como la seda. De cara a la negociación, que suelen capitalizar los socialistas y Compromís mientras Unides Podem se ha mantenido hasta ahora en un segundo plano, existen factores que podrían propiciar unas conversaciones más relajadas. Pero otros que no. 

Entre ellos, el hecho de que se trata de los Presupuestos de 2023, año electoral, y los últimos a los que tendrán que dar luz verde de la legislatura. La confección y ejecución de las cuentas hasta los comicios resulta de importancia para la venta de gestión en una precampaña que arrancará desde el inicio de curso y en un contexto de incertidumbre sobre cómo afectará la situación económica al Consell. 

 El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la vicepresidenta, Aitana Mas. Foto: KIKE TABERNER   

Pero también resulta clave la imagen. Puig mantiene un discurso sobre la relevancia de la cohesión y la solidez del Botànic. Algo que se ha resquebrajado en diversas ocasiones y con especial intensidad durante la presente legislatura. Hacia el final, parece lógico que tanto el PSPV como Compromís acentúen sus diferencias para dirigirse a su electorado. Y éstas podrían verse precisamente en los presupuestos. 

Aunque las cuentas siempre han salido adelante (el año pasado por primera vez fuera del plazo legal), lo cierto es que la trifulca interna es recurrente. Y llegar al botón del 'sí' en Les Corts ha costado sudor y lágrimas y no en sentido figurado. Determinadas relaciones, de hecho, han salido bastante dañadas. Para ejemplo, la del exconseller de Hacienda Vicent Soler (PSPV) y la exvicepresidenta Mónica Oltra (Compromís). El interrogante, en esta ocasión, es hasta dónde y de qué modo podría estirarse la cuerda.

Son bastantes, de hecho, los asuntos que ya generan fricciones y habrán de debatirse en la tramitación de la ley de medidas fiscales, conocida como ley de Acompañamiento y sin la cual las cuentas no pueden salir adelante. 


El factor principal que puede jugar a favor del Botànic es el de las formas que adopte Compromís. Oltra había encabezado hasta el momento todas las negociaciones. Pero la dimisión el pasado junio de todos sus cargos tras ser imputada por obstaculizar la investigación de los abusos sexuales de su exmarido a una menor tutelada, con sospechas de ocultación y encubrimiento, cambia el escenario. 

Sus maneras aguerridas le han servido para marcar terreno frente al PSPV e incrementar, sobre todo, las partidas de la Conselleria que dirigía, Igualdad. Un "conmigo no se juega" que ella tenía claro pero que en ocasiones miembros de su propia coalición consideraban que había llevado al extremo.

El pasado año consiguió que se conformara una comisión política para tratar las grandes líneas de las cuentas por parte de las tres patas del Consell y que no fuera de manera radial entre Hacienda y los departamentos. Lo cual, pese a todo, no evitó que los presupuestos se presentaran fuera del límite legal.

Interlocución más llevadera

El enfrentamiento con Soler, a quien plantó en la primera reunión tras invitar el primero también a Unides Podem, enrareció en mayor medida la relación. Fuentes del PSPV admiten que el exconseller acabó quemado con Oltra. Motivo por el que los socialistas creen que, a la fuerza, la interlocución ahora sera más llevadera. Las formas de Aitana Mas, desde luego, son más suaves. Pero lo que importa es lo que decida hacer Compromís.

La coalición tiene prevista una reunión la semana que viene para planificar una estrategia conjunta enfocada a la celebración del Seminari del Consell que tendrá lugar el fin de semana del 10 de septiembre. Un encuentro en el que, previsiblemente, tratarán cuestiones que entran de lleno en materia presupuestaria. Especialmente de la ley de Acompañamiento, como la rebaja de las multas por infracciones graves a compañías turísticas planteada por el PSPV y a la que en Compromís son contrarios 


Casi con seguridad, la comisión política de las cuentas que se constituyó el año pasado se repita de nuevo. La coalición quiere, Aitana Mas lo ha expresado y el PSPV, aunque no sea de su agrado, tampoco se opone en principio. Ha habido conversaciones informales entre la vicepresidenta de la Generalitat y el actual conseller de Hacienda, Arcadi España, en las que ambos han mostrado buena predisposición a llegar a entendimientos, según fuentes cercanas. Pero mientras todo eso ocurre, desde Compromís remarcan que cada departamento suyo ya trabaja desde hace semanas en sus propias cuentas para ponerlas en común pronto. Es difícil que, esta vez, todo vaya a ser un paseo en barca. 

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