la generalitat asume que las cuentas tendrán una ligera bajada pese al aumento de ingresos 

El Consell planea un presupuesto con un ajuste en las inversiones

Foto: EP/ROBER SOLSONA
19/10/2023 - 

VALÈNCIA. El Consell hará público en cuestión de días –previsiblemente el 31 de octubre– el proyecto de Presupuestos de la Generalitat de 2024. La idea de un mantenimiento de las cuentas como las últimas del Botànic en cifras globales (28.438 millones) será lo que trate de vender el Gobierno autonómico que dirige Carlos Mazón, aunque no con este concepto. En el Ejecutivo prefieren hablar de unos "presupuestos realistas" tanto en ingresos como en gastos. 

Pese a que hubo un momento en el que se intentó un mínimo crecimiento a costa de dibujar un incremento de ingresos, todo apunta a que finalmente habrá una ligera reducción del Presupuesto, según admiten fuentes de la Generalitat. El motivo es que también se ha optado por ajustar las inversiones con una cifra más cercana a la ejecución real, que siempre está por debajo del presupuesto debido, entre otras cosas, a los plazos de tramitación de los expedientes de obras públicas. 

El Consell –y, especialmente, la titular de Hacienda, Ruth Merino– aclaró desde un principio que no se tratará de unos presupuestos expansivos en el gasto real, concepto usado por el anterior Ejecutivo del PSPV, Compromís y Podem durante años. Pero para cuadrarlos –en ello sigue trabajando Hacienda– existen numerosos condicionantes. 

Los principales se encuentran en el apartado de ingresos. De un lado, el PPCV y Vox suprimirán la partida reivindicativa de 1.336 millones de euros para compensar la infrafinanciación autonómica por el retraso en la reforma del sistema. Aquella que criticaron por ficticia al tratarse de dinero cuya llegada no está asegurada. De otro lado, la bajada de impuestos con la práctica eliminación del de Sucesiones y Donaciones para familiares cercanos, deja el cálculo de que se dejen de recaudar más de 300 millones de euros el próximo año.  

Los vicepresidentes del Consell Vicente Barrera y Susana Camarero. Foto: EDUARDO MANZANA

En cuanto a los ingresos que se mantendrán, se encuentran otros cuya llegada tampoco está asegurada, aunque que el actual Consell rechaza el calificativo "ficticios" porque no es una partida al estilo de la de la financiación. Se trata de 900 millones por una deuda que la Generalitat le reclama al Ejecutivo central por la atención sanitaria a pacientes desplazados, el conocido como Fondo de Garantía Asistencial (Foga), que está pendiente de pago desde hace años. El Gobierno de Sánchez solo reconoce una deuda de 80 millones, una décima parte de lo que ya reclamaba el anterior jefe del Consell, Ximo Puig

También de la partida reivindicativa incluida por el Botànic para que el Gobierno central salde la deuda por la infrafinanciación del 50% del coste de la dependencia, y que en los presupuestos de 2023 representaba unos 462 millones.

Igualmente, el Consell trabaja con estimaciones en las entregas a cuenta –los miles de millones de euros procedentes del sistema de financiación dirigidos a cubrir las necesidades de gasto–. Se trata de una información clave para elaborar los presupuestos que el Gobierno central ha de facilitar a las autonomías y que no ha trasladado todavía. Así que la Generalitat contará con estos ingresos.

También con estimaciones, y en este caso positivas y más aproximadas a la realidad, trabaja el Ejecutivo autonómico en lo referente a la liquidación del sistema de financiación autonómica del ejercicio 2022. Aunque todavía no existe cifra definitiva, sí se puede sacar un cálculo ajustado. Especialmente a través del IVA, ya que el 50% va a parar a las comunidades autónomas y la cantidad ya se conoce. La Comunitat Valenciana recaudó un 4,59% más durante el pasado ejercicio hasta los 5.078 millones de euros.

Déficit y previsión de gasto

A todo ello se une que el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez ha decidido finalmente dar un poco de oxígeno a las Comunidades Autónomas, a las que no exigirá el equilibrio presupuestario en 2024, como era su intención inicial, sino en 2025. El Ejecutivo remitió este lunes el Plan Presupuestario de 2024 a la Comisión Europea, donde contempla una flexibilización del déficit para las comunidades autónomas, con una tasa del 0,1%, frente al equilibrio presupuestario recogido en el Programa de Estabilidad del pasado abril.

Está décima de margen supondrá, para el Gobierno de Carlos Mazón, unos 135 millones de euros de gasto adicional al que habría tenido si el objetivo hubiera sido el 0% como se contempló en Programa de Estabilidad, tal como publicó Valencia Plaza.

La consellera de Hacienda y el presidente de la Generalitat. Foto: EP/JORGE GIL

Pero el Ejecutivo autonómico no sólo prevé tocar el apartado de ingresos sino también el de gastos. La Conselleria de Hacienda ha pedido a determinados departamentos presupuestar a la baja en comparación con este año, según algunas fuentes. La idea pasa por hacer una previsión de gasto más real y ajustar a ella las inversiones (el capítulo 6 de las cuentas). 

El argumento desde la Generalitat es que la ejecución del Botànic fue muy baja, especialmente en algunos departamentos. Algunas inversiones, por ejemplo, pasarían a ser plurianuales.

Si se tiene en cuenta este criterio, las consellerias con ejecución más baja suelen ser Obras Públicas, Vivienda y Agricutura y Medio Ambiente, por lo que podrían ver su presupuesto afectado. Hasta la fecha, desde el Consell han asegurado reiteradamente que no habrá recortes en "servicios fundamentales" en los Presupuestos de 2024 como Sanidad, Educación o Servicios Sociales. 

"Si hay que recortar, será como lo hemos empezado a hacer ya, en gasto superfluo, duplicidades, gasto político y en cosas que son totalmente prescindibles y que no afectan al bienestar de la ciudadanía", comentó el pasado martes la consellera de Hacienda, Ruth Merino, quien admitió que "los recursos son los que son" y que habrá que "priorizar" con ellos. Una manera de anticipar que la cifra global es probable que vaya a la baja. 

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