VALÈNCIA. "Mi proyecto es ambicioso, pero es imprescindible para espolear esta sanidad que está un pelín rígida". Así de rotundo se mostraba el conseller de Sanidad, Marciano Gómez, hace unas semanas en el traspaso de carteras con el ya ex conseller del ramo, Miguel Mínguez. Una declaración de intenciones que empezará a ejecutarse una vez realice la ya sonada auditoría del conjunto de la sanidad valenciana en la que se repasará el estado de los diferentes departamentos sanitarios.
La auditoría, que se espera con especial atención como condicionante del futuro de las concesiones, también dará información sobre si es necesaria una reestructuración del mapa sanitario y una redistribución de la cartera de servicios entre los diferentes hospitales de la Comunitat Valenciana. Así lo aseguran fuentes de Sanidad, quienes esperan que una posible reorganización pueda solucionar el problema de las plazas de difícil cobertura que no ha conseguido solventar en su totalidad el decreto impulsado durante el Govern del Botànic.
Para el departamento de Gómez, el problema es consecuencia de dos cuestiones: la ausencia de trabajadores debido a la falta de oferta y a un problema geográfico y de dispersión. Sin embargo, el incrementar las cuantías monetarias y los 'gestos especiales' como puntuar más en bolsa no ha resultado del todo atractivo para que los trabajadores se desplacen a zonas como Orihuela, Vinaròs o Elda. Según señalan desde Sanidad, a día de hoy hay 44 plazas vacantes que no se han cubierto.
Como ya avanzaba Gómez en su visita a Vinaròs, se planteará un nuevo marco normativo para "poder atender a la ciudadanía de la misma manera que se atiende en el resto de la Comunitat Valenciana". En este sentido, la idea es clara. "Se plantea generar un nuevo marco normativo específico. Que no solo se beneficie y distinga en sentido positivo a los trabajadores, sino que en base a una redistribución de cartera de servicios y de mapa sanitario podamos facilitar la movilidad", reconocen.
Todo este nuevo planteamiento llegará cuando la auditoría esté sobre la mesa pero ya se menciona la posibilidad de reducir departamentos, de innovar y explorar nuevas fórmulas, que tampoco han sido suficientes a pesar de que el equipo de Mínguez lo intentó no solo con el decreto de plazas de díficl cobertura, sino también con las alianzas estratégicas que se han firmado entre hospitales como la realizada por Hospital de Requena, el Hospital Clínico Universitario de Valencia, el Doctor Peset de Valencia, el Hospital General Universitario de Valencia y el Hospital Francesc de Borja de Gandía para traumatología, por ejemplo. Un acuerdo que les permite compartir profesionales para abordar la disciplina.
En este sentido, se plantea una reducción de departamentos y que recoja una redistribución real de cartera de servicios en función de especialidades de bajo nivel de complejidad, de alto nivel de complejidad y de transplantes. "No en todos los departamentos se hacen todos los servicios, por eso está sobre la mesa redistribuir la cartera de servicios y el mapa sanitario", señalan. Esta primera decisión se tomará en base a la equidad de los servicios y a la visión de concentrar este tipo de operaciones en hospitales de referencia con la suficiente concurrencia de dichas intervenciones.
Durante las dos legislaturas del Botànic se han realizado cambios puntuales en el mapa sanitario, aunque muy concretos y que afectaron más a la redistribución de población que a una modificación en sí misma. Sin embargo, como publicó el diario El Mundo, la consellera Carmen Montón llegó a tener en mente una reforma más drástica que finalmente terminó por no materializarse.
La idea pasaba por aglutinar todos los servicios de primaria, especializada y superespecialidades en seis grandes zonas geográficas que incorporaran un hospital de referencia para tratamientos e intervenciones muy complejas y otros hospitales adheridos, que variarían en número de tres a cinco, y que asumirían el resto atenciones. Estas área estaban dirigidas desde el Hospital General de Castellón, el Hospital Clínico, Hospital La Fe, el Hospital General, el General de Alicante y el Hospital General de Elche.
Vinculados a cada uno de estos centros se marcaban los otros 18 hospitales públicos que actualmente son referencia en los departamentos de salud actuales y que forman el mapa sanitario de 24 zonas en los que se distribuye toda la población de la Comunitat Valenciana. Cabe recordar que en 2018 Sanidad también aprobó un decreto para flexibilizar los cambios en el mapa sanitario. Ahora, habrá que esperar a ver qué conclusiones arroja la auditoría en los próximos meses y las medidas que finalmente se decidan para aumentar la eficiencia en el funcionamiento de la sanidad valenciana.