‘Cuando llegue la inundación’

El cortometraje valenciano que saca a los artistas del cascarón

8/12/2024 - 

VALÈNCIA. A diferencia de los humanos, cuando los pájaros dejan el nido familiar lo hacen con la certeza de no volver. En apenas dos o tres semanas la mayoría de los polluelos toman la decisión de lanzarse a ver el mundo que les rodea, un salto que suele comenzar por una pequeña colisión en algún matorral. 

Al igual que en el mundo de los humanos, en el animal hay especies que se envalentonan antes que otras y hay polluelos que, aunque no estén listos, saltan por simple imitación. Las personas, para salir del nido necesitan cierta independencia económica y, si se puede, una ciudad que no esté gentrificada. A las aves les basta con un cuerpo seco tras la eclosión, un par de alas y unos padres despreocupados por el primer golpe.

Ahora bien, ¿qué pasaría si en un nido nacen artistas en vez de pájaros? Este es el interesante dilema que se plantea en el cortometraje Cuando llegue la inundación, un tierno trabajo de los alumnos del Máster de Animación de la UPV dirigido por Antonio Lomas y dibujado por Anna Garrit, Irene Santamaría, Erik Godoy, María Villar y Luis Madrigal. Con el respaldo de Curts y del IVC cuentan esta curiosa historia en la que cuatro hermanas, nacidas en el nido de una pareja de zorzales rojos, buscan un futuro mejor en el mundo de los humanos. Una historia sobre arte y ambición que ha ganado el premio a Mejor cortometraje internacional en el festival Prime the Animation! y que puede verse en Filmin hasta el próximo 8 de diciembre.

A ritmo de falso documental y entre tonos pastel, Lomas dirige un cortometraje de estética infantil y con trasfondo adulto en el que una pintora, una dibujante, una experta en modelado de arcilla y una fotógrafa buscan suerte más allá de su nido, donde todo lo ven a gran escala: “Tienen un formato pequeño y parece que salir del nido no es una buena solución aunque, de forma natural, buscan desarrollarse como artistas en un espacio donde les puedan comprender. Salen del cascarón un poco perdidas, pero con la voluntad de encontrarse”, apunta el director, quien junto a su equipo de artistas se ve en parte reflejado en esta historia que habla sobre la vocación. 

Las cuatro hermanas huyen del nido, en el que se sienten incomprendidas, para dirigirse a la gran ciudad en la que cada vez hay más luz, más humanos y pasito a pasito se acercan a su lugar ideal. Combinando varios estilos, y hasta imitando el trazo que deja la risografía, intentan dibujar un universo en el que todo se combina.

“Queremos mostrar la huella del color y mostrar cómo poco a poco se va añadiendo la luz en los espacios a los que se acercan”, destaca el director. En estos encuentran un lugar en el que desarrollarse como artistas, aunque también un enorme dilema: no son los únicos. Es ahí donde entra una pregunta existencial que marca el ritmo del relato: ¿Por qué crear en un mundo saturado de imágenes?... ¿Qué sentido tiene añadir una gota de agua a una inundación?

Tal y como lo explica Lomas, esta idea que da título al cortometraje la extraen de una entrevista a Hayao Miyazaki, uno de los fundadores de Studio Ghibli, quien explica que cuando comienza a dibujar para la industria audiovisual siente que está añadiendo una creación en un mundo que ya está sobresaturado de imágenes. 

Sin embargo, sus películas de animación, resultan inspiradoras y a día de hoy el estudio japonés de animación Studio Ghibli está considerado como uno de los mejores de animación en el mundo. De esa forma, tanto Miyazaki como las cuatro hermanas que empezaron su vida incomprendidas en un nido, se dan la mano a través de la animación, de una historia en la que los artistas rompen el cascarón en busca de un mundo mejor. 

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