El documental sobre Carme Elías, principal baza de la Comunitat en los Goya 2024

VALÈNCIA. Empieza la carrera de los Premios Goya 2024. Ayer mismo se anunciaron las nominaciones, que se resolverán el próximo 10 de febrero en Valladolid en la gran noche del cine español.

Una vez recitados los aspirantes de cada categoría, toca hacer análisis. En este caso, se trata de una de las ediciones más plurales y diversas en los escenarios de aquello que pueda pasar. Otra vez, las hay unas pocas películas elegidas con muchas nominaciones, pero es precisamente la diferencia entre ellas la que hace esta edición una ventana abierta.

Víctor Erice aún no se ha enfrentado a unos Goya porque desde que los premios nacieron, este solo ha rodado El sol del membrillo en un año en el que aún no existía la categoría de Mejor documental, y Cerrar los ojos, con la que compite en esta edición y ha sembrado 11 nominaciones. ¿Cuál será la relación de la Academia de Cine con uno de los cineastas más importantes de la cinematografía estatal? Cabe preguntarse esto porque, por ejemplo, los Goya han sido iconoclastas con Almodóvar e indulgente con Amenábar.

La experiencia de Erice y una película de carácter testimonial (él rechaza la máxima) contrasta con 20.000 especies de abejas, el film más nominado en 15 categorías diferentes. Una ópera prima que no solo es la elegida por España para representar al país en los Premios Óscar, sino que este palmarés es todo un golpe en la mesa. Estibaliz Urresola Solaguren se convierte así en la favorita en la carrera por los Goya de este año.

La tercera vía tal vez sea la de La sociedad de la nieve, una película dirigida por un director español, J.A. Bayona, pero alejada de las coordenadas de la cinematografía estatal. Fiel a su intento por espectacularizar y desbordar de emoción, el director consigue armar una película de una producción insuperable en el resto del palmarés, y eso, junto al complejísimo sistema de votación, le puede favorecer.

Saben aquell y Un amor completan el olimpo de estas nominaciones. La primera, dirigida por David Trueba, es un biopic solvente sobre Eugenio, un personaje fascinante y tratado con una interpretación impecable por David Verdaguer. La segunda, dirigida por Isabel Coixet, es la vuelta a muchos de los pilares que enamoraron de la filmografía de la catalana, por el apoyo de un texto como la novela de Sara Mesa, que fue un fenómeno editorial que mira frente a frente los problemas contemporáneos de la masculinidad en el medio rural.

Hay, por supuesto, grandes ausencias, pero también cintas excelentes con poca representación como O corno, La imatge permanent, Creatura o Matria. También los documentales Los caballos no mueren al amanecer, o el valenciano Toda una vida. También hay deslumbramientos, como la justicia que puede hacer Te estoy amando locamente, o el ascenso del sleeper Upon Entry.

La presencia valenciana

Otra clave de análisis es, claro, la presencia valenciana en las nominaciones (esta edición son 10 aspirantes) y sus posibilidades reales. En este caso, en la categoría a Mejor largometraje documental ha sido nominado Mientras seas tú, el aquí y ahora de Carme Elias, dirigido por Claudia Pinto Emperador para Sin Rodeos Films, Nakamura Films y Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, además de contar con las ayudas a la producción del IVC. La película, que se estrenará próximamente en salas y ya ha tenido una aceptación notable en los festivales donde se ha podido ver, es una seria aspirante a hacer con el galardón.

En la misma categoría, pero con menos posibilidades, también ha sido nominado el documental Contigo, contigo y sin mí, dirigido  por Amaya Villar Navascués y producido por Carlo d’Ursi para la productora dianense Montgó Films, junto con Potenza Producciones y Magnética Cine.

En la categoría Mejor película de animación figuran dos profesionales valencianos en las nominaciones: en primer lugar, el dibujante valenciano Mariscal, junto a Fernando Trueba, luchan por ganar el cabezón con Dispararon al pianista (They Shot The Piano Player), una historia a caballo entre el documental y la ficción para descubrir a Tenório Jr.

Momias, dirigido por Juan Jesús García Galocha, cuenta con la producción del requenense Toni Novella, junto con Cleber Beretta, Francisco Celma, Jordi Gasull, Juan Jesús García Galocha, Marc Sabé y  Pedro Solís.

En las tres categorías de cortometrajes, hay presencia valenciana repartida en cuatro propuestas. Otra vez, en el documental destaca una propuesta "100% valenciana" con la firma única de Javier Polo, Una terapia de mierda, casi el único reflejo que podría guardar los Goya con los Berlanga de este año.

En la categoría de Mejor corto de ficción ha sido nominado Carta a mi madre para mi hijo, dirigido por Carla Simón y producida por su inseparable María Zamora para la productora radicada en València Elastica Films.

Dos cortos con presencia valenciana podrían conseguir el Goya a Mejor corto de animación. En primer lugar, Becarias, dirigido por Marina Cortón, Marina Donderis y Núria Poveda, y producido por Iván Madolell, Leticia Montalvá, Pablo Muñoz Naharro y Vicente Mallols, para Pangur. El corto se hizo con el Premio Berlanga en su categoría y ha tenido un recorrido importante en el circuito de cortos.

En segundo lugar, no podía faltar Carla Pereira, que en esta ocasión co-dirige Todo está perdido, junto a Juanfran Jacinto para Mansalva Films, Mammut Films e Inaudita.

Finalmente, en las categorías llamadas "técnicas", dos profesionales valencianos optan por hacerse con el máximo galardón de la cinematografía estatal. En la categoría Mejor música original ha sido nominado Arnau Bataller por La paradoja de Antares. El compositor, que ya rozó el galardón por su trabajo con Mediterráneo, volverá a intentarlo este año.

También le es familiar la alfombra roja a Sarai Rodríguez, natural de La Rioja y valenciana de adopción, que ganó el premio a Mejor maquillaje y peluquería en 2021 por Las leyes de la frontera y este año opta a la misma categoría por Valle de sombras, junto con Noé Montes y Óscar del Monte.