VALÈNCIA. Sostiene Ricardo Tayar, CEO de Flat 101, proveedores de servicios digitales especializados en comercio electrónico, que llegará un momento, cuando el IoT se implante de forma masiva en todos los hogares, en el que no tendremos que preocuparnos de hacer la compra. Los mismos comercios te harán llegar un nuevo paquete de yogures o un lote de leche en cuanto los sensores del frigorífico detecten su ausencia o la aproximación de la fecha de caducidad.
Puede que así suceda, pero esa realidad parece todavía improbable en el corto plazo. Lo que sí empieza a inquietar ya a muchos ecommerce es encontrar una fórmula que les permita desmarcarse del resto, ahora que prácticamente cualquier negocio se ha sumado a los canales digitales. Para ello se apoyan en el uso de nuevas tecnologías que permiten tanto aumentar los ratios de conversión como mejorar la experiencia de usuario.
La Inteligencia Artificial -para conocer a fondo el comportamiento de los clientes-; la Realidad Virtual y Aumentada -para superar la imagen plana de un catálogo-; los chatbots -para incrementar el engagement y mejorar el servicio online de atención al cliente- o el blockchain -para generar confianza y mostrar la trazabilidad de los productos-, son solo algunas de las tecnologías que aplican y que pueden marcar la diferencia entre un ecommerce y otro.
En lo que atañe a la experiencia digital, surgen también plataformas que se conocen por las siglas DXP. Consisten, básicamente, en una nueva categoría de software que ofrece un conjunto integrado de tecnologías que, de forma coordinada, permiten digitalizar las operaciones de negocio, ofrecer experiencias conectadas a los clientes y reunir datos valiosos de ellos.
Es decir, con el ecommerce en el centro, se trata de integrar machine learning, inteligencia artificial, big data, análisis predictivo…que, al final, permiten no solo la automatización de los procesos, sino también la toma de decisiones apoyadas en la realidad de los datos, el business intelligence. En esto se han especializado, por ejemplo, empresas tan exitosas como la estadounidense Acquia, con una solución abierta diseñada para integrarse en todo el ciclo de vida del cliente.
La adaptación temprana a los nuevos hábitos de consumo es otra de las carreras en las que se halla inmersa el comercio electrónico. Se calcula que, en la actualidad, alrededor de un 31% de los usuarios realizan las búsquedas en sus dispositivos móviles a través de la voz. Ello plantea un nuevo reto a los ecommerce que han de adaptarse a esta tendencia y aprender a posicionar sus sitios web a partir de las optimizaciones hechas para el voice commerce. Las ventas se hacen de nuevo conversacionales, aunque sea a través de un asistente virtual, y el comercio tiene la obligación de atender con la mayor agilidad posible la petición oral. También los chat en vivo se revelan como una alternativa útil a ese comercio conversacional de siempre.
Dentro del conversational commerce se erigen plataformas como Voicefront, fundada en Israel en 2019 y con una herramienta basada en Inteligencia Artificial o, ya en España, la plataforma conversacional valenciana Landbot.
Por otro lado, el aumento progresivo del uso del móvil como dispositivo preferido para hacer las compras online ha derivado en lo que se conoce como mobile-commerce o el mcommerce. Según Iván Navas, CEO y cofundador de Doofinder, casi el 40% de las compras online se realizan a través del móvil y, si hablamos de búsquedas de producto, supera el 60%. Es decir, que 6 de cada 10 visitantes del tráfico del comercio electrónico procede de dispositivos móviles, además de ser el medio favorito para examinar productos y reviews.
Este reemplazo del ordenador por los móviles ha supuesto un cambio de estrategia de diseño marcada por el ‘Mobile First’, es decir, diseñar los sitios web en un primer momento pensando en los dispositivos móviles y, después, extender el diseño hacia pantallas más grandes (al contrario de lo que se hacía antes). También los buscadores internos de los ecommerce han de implementar todas las técnicas y herramientas que faciliten a sus usuarios la búsqueda por voz. A esto se dedican, por ejemplo, en Doofinder.
Aquí lo último es el live commerce, recientemente aterrizado en España de la mano de la startup The Jump, una agencia especializada en esta área que promete experiencias nuevas a los clientes de los negocios digitales.
El live commerce se basa en que un influencer, un entrenador o cualquier persona elegida por la marca, se encargue de presentar un producto o servicio a través de streaming en vivo. La audiencia puede seguir la presentación e interactuar con el entrenador. La fórmula lleva ya tiempo triunfando en China, país del que es originaria la plataforma Taobao Live la cual, según algunas fuentes, capta alrededor del 80% del live commerce en el país asiático.
Otra tendencia que cobra fuerza, según Iván Navas, es la creación de ecommerce B2B. Un estudio realizado por DHL Express prevé un notable incremento de este mercado. Según este, en 2025, el 80% de todas las interacciones en ventas B2B entre proveedores y compradores profesionales se realizará a través de los canales digitales.
El mercado de la propiedad, la automoción, los bienes industriales y la moda son algunos de los principales sectores que se adentran en el ecommerce con casos de éxito como el de TradeSquare un marketplace australiano que pone en contacto a los proveedores mayoristas con el mercado minorista. Pero también otras industrias que parecían ajenas a este mercado, empiezan a ‘subirse al carro’. Es el caso, por ejemplo, de la industria agroalimentaria a través de propuestas como la de Consentio, para el comercio de frutas y verduras en línea.