CASTELLÓ. L'espai cultural Menador de Castelló acoge este martes, a las 18:30, la presentación del libro Escucha activa, aprender a escuchar y responder con eficacia y empatía (editorial Díaz de Santos, 2021), de Elena Ariste Mur.
La metodología de la escucha activa, basada en el Modelo Humanista Counselling centrado en la persona, complementa a la formación que podamos tener sobre comunicación. Abre un nuevo horizonte a las personas que han optado por conocerla y formarse en ella. ¿Pero, en qué consiste? En su libro, Ariste Mur atesora cien diálogos completos, reales, anónimos, del principio al final, realizados por personas formadas junto a ella en escucha activa que, junto con la reflexión, pueden leerse de una forma independiente uno del otro, permitiendo comprobar que..."Comunicarse adecuadamente es posible".
Elena Ariste Mur ofrece a Castellón Plazas algunas pistas más sobre esta metodología que cuenta con cada vez más adeptos, especialmente en el sector sanitario.
- ¿Cómo definirías la escucha activa? -La escucha activa se compone no solo de escuchar, sino también en centrarse en lo que la otra persona te dice y en lo que yo respondo. No nos han enseñado a fijarnos en nuestras respuestas, en lo que nos dicen las personas. Tenemos un modelo de comunicación que en la mayoría de las veces no es eficaz, porque no ayudamos a la persona a pensar, a evolucionar, sino que con nuestras respuestas lo que tratamos es de convencer o solucionarle o decirle lo que tiene que hacer o informar sin más. Pero hay otros factores que hay que tener en cuenta a la hora de comunicarnos. Por eso, la escucha activa la definiría como el proceso que se produce cuando charlas con otra persona y puedes conectar con lo que te dicen y ayudarle a pensar, para ver a dónde puede como persona llegar.
- Tu charla está dirigida a profesionales sanitarios, ¿puede ser también interesante para otros colectivos? -Normalmente va dirigida a profesionales sanitarios, porque son quienes contratan mis charlas. Pero como en este caso es abierta, es una oportunidad para poder hablar y presentar la escucha activa, solo el libro sino el concepto, a todos los colectivos y personas que puedan tener un interés por la mejora de la comunicación. Los profesionales que se forman siempre me dicen que esto les va bien a nivel personal. Por eso cuando hice el libro, lo quise hacer práctico, con el fin de que llegara a cualquier persona con interés. Ya sea un cuidador o un familiar que tiene una persona mayor que atender, pero también nos vale para la relación del día a día.
No nos han enseñado a escuchar bien y respondemos de una forma que es informativa, paternalista, a veces puede ser agresiva, debido a una cansancio o ruptura, y eso no es eficaz. Por eso, la escucha activa es para toda persona. Incluidos niños. También pueden pensar y tienen capacidad para entenderse y evolucionar.
- En tu libro animas a las lectoras y lectores a que la apliquen en todas sus interacciones cotidianas, pero ¿qué sucede cuando tu interlocutor no la practica, cuando te topas con una persona hostil a este tipo de diálogo? -La mayoría de las veces esa persona no tiene formación en escucha activa. El profesional o la persona que ya tiene formación parte de una realidad distinta, se tiene que abrir a lo que nos van diciendo para conectar y tener la capacidad de ofrecer una respuesta empática. Ahora bien, si la persona se cierra y no quiere hablar, lo tienes que aceptar. Debes conectar con su condición humana y entender que no quiere continuar.
- ¿Cómo se puede contrarrestar el signo de unos tiempos individualistas y estresados con la implementación de la escucha plena en nuestros días? -Podemos conducir a 120, pero tenemos una señales que nos avisan del peligro. Tenemos unas señales que nos avisan de que hay que ir más lento, parar en el semáforo. Hay signos que nos avisan de que hay que frenar. Este libro nos invita precisamente a parar un momento, vamos a una velocidad con la que nos cargamos nuestra salud. El estrés no solo se produce por lo que tenemos que hacer, sino por la manera con la que vivimos. No se pude ir siempre a 100. Nos hacen falta referencias que nos hagan parar y pensar, porque no nos hace bien ir a este tiempo. La escucha activa no te lleva a invertir mucho tiempo, sino a invertirlo bien.
