Foto: A. MARTÍNEZ VÉLEZ/EPVALÈNCIA (EFE). La defensa del exconsejero valenciano Manuel Cervera ha confesado en la Audiencia Nacional que su defendido se siente "como gallina en corral ajeno" en el juicio donde está acusado junto al expresidente de la Generalitat Francisco Camps, al considerar que "no hay ninguna prueba" que justifique la acusación contra él.
A la espera de conocer el informe final de la defensa del expresidente autonómico, que intervendrá mañana, este miércoles el tribunal ha escuchado los informes con los que varios abogados defensores han solicitado la absolución de sus clientes, entre los que figura el exconsejero y exdiputado del PP Manuel Cervera y su sucesor, Luis Rosado.
Ambos están acusados junto a Camps y más de una veintena de personas, entre ellos otros ex altos cargos de la Generalitat, en relación a un conjunto de adjudicaciones presuntamente irregulares a la trama Gürtel entre 2004 y 2009.
Las defensas de Cervera y Rosado, a quienes la Fiscalía acusa de prevaricación, coinciden en que la única salida para ambos es la absolución porque "no hay nada" contra ellos.
Y si el abogado de Cervera ha dicho que se sienten "como gallina en corral ajeno" en el juicio, el de Rosado ha denunciado que no se puede acusar "indiscriminadamente y sin pruebas a cualquier persona por el mero hecho de coincidir en una época determinada de la Generalitat valenciana y ser funcionario o político".
"No se juzgan aquí épocas o gobiernos, sino a personas", ha aseverado este último.
Según el letrado de Cervera, el consejero no tenía competencia para contratar y tampoco existió ningún fraccionamiento de facturas, como sostiene la Fiscalía, a quien ha acusado de haber "errado de principio a fin".
El resto de defensas que ha expuesto su informe este miércoles han coincidido en subrayar el "calvario", la "muerte civil" o la "pena de banquillo" de sus representados tras 10 meses de juicio y 13 años de una causa en la que, afirman, no existen pruebas suficientes contra sus clientes.
Han cargado duramente contra la Fiscalía por dirigir una acusación que, según ha calificado uno de los abogados defensores, supone una "huida hacia delante", y algunas defensas han criticado también los acuerdos de conformidad de una decena de acusados con la Fiscalía y han puesto en duda su "colaboración con la Justicia" cuando no accedieron a contestar a las preguntas de las defensas.
