WOMEN TALKS: APRENDIENDO DE ELLAS / OPINIÓN
El fenómeno de la inmigración no es ningún cuento
Imagen de archivo. Foto: ANTONIO SEMPERE/EP
5/01/2025 -
MURCIA. En mi familia, las mujeres siempre han sido contadoras de historias. Algunas reales, otras fruto de la imaginación. Hoy quiero compartirles una historia real que, espero, nos invite a reflexionar.
Esta es la historia de Yohufi, un emigrante que llegó a nuestro país en busca de una vida mejor. ¿Y cómo conoció a Lucía? Lucía es una empresaria que, a lo largo de su vida, ha enfrentado la adversidad con una coraza de coraje, determinación y la pasión que la caracteriza. Un día recibió una llamada de Ángel, un formador con el que solía colaborar. Ángel le pidió que aceptara a Yohufi en su empresa para realizar las prácticas de un curso que estaba cursando. Según le explicó, otros empresarios se habían negado: Yohufi era emigrante, no tenía experiencia y aún no dominaba el idioma.
Lucía, sin saber muy bien por qué, aceptó.
La llegada de Yohufi al equipo sorprendió a todos. Su entusiasmo, sus ganas de aprender y su disposición para colaborar dejaron huella. Al finalizar las prácticas, Lucía no tuvo dudas: le propuso contratarlo para que continuara formándose. Estaba convencida de que sería un excelente trabajador. Sin embargo, había un obstáculo: Yohufi no tenía papeles.
Decidida a ayudarlo, Lucía creyó que con un contrato de trabajo sería sencillo obtener su permiso laboral. Pero qué equivocada estaba. La descoordinación burocrática entre instituciones, escuelas de formación y despachos de abogados era surrealista, algo que solo se comprende al vivirlo en carne propia. Mientras esperaban ser atendidos en diversas administraciones, Yohufi compartió con Lucía su periplo de dos años en el país. Había trabajado en un aserradero, soportando jornadas de 12 horas por 2 euros la hora. Le mostró las cicatrices en sus manos, heridas del manejo de tablones, y le habló de la irritación en sus ojos provocada por el serrín y el polvo de la madera. Jamás recibió equipo de protección.
Cuando necesitaba dinero para los abogados, el alquiler o la comida, no tenía otra opción que pedir préstamos a compatriotas, quienes le cobraban un “módico interés” del 20%. Compartía una vivienda precaria con otros que, como él, habían llegado buscando una vida mejor.
esta realidad también abre una oportunidad para repensar cómo gestionar mejor un flujo que es imparable e irreversible
El empeño de Lucía creció. No se rindió hasta que finalmente logró contratar a Yohufi. Hoy, cada vez que Lucía lo observa desarrollando su trabajo, lo mira en silencio y siente orgullo. Porque sabe que, en cierto modo, le ha devuelto algo esencial: la dignidad que todo ser humano merece.
En 2024, España registró la llegada de más de 63.000 inmigrantes de forma irregular, un incremento del 12,5% respecto al año anterior. Este fenómeno, que ya no es excepcional sino estructural, está generando tensiones sociales y políticas, especialmente en regiones como Canarias, que han recibido un número significativo de migrantes. Sin embargo, esta realidad también abre una oportunidad para repensar cómo gestionar mejor un flujo que es imparable e irreversible.
Entonces, ¿por qué nuestros gobernantes, junto con el resto de los agentes sociales, no logran convertir lo que ya es un problema acuciante en una oportunidad? Para los empresarios, encontrar profesionales es cada vez más complicado. Ellos llegan buscando su salvación, y nosotros los necesitamos.
Espero que esta historia sirva para invitarnos a reflexionar, como sociedad, sobre el valor de la empatía y la acción.
Antonia Griñán García
Cátedra de la Mujer Empresaria y Directiva
CEO TESSAI, S.L.
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