VALÈNCIA. Aunque las expectativas eran buenas y el primer fin de semana la afluencia y las colas fueron una tónica general en muchos establecimientos, la campaña de rebajas no está siendo todo lo intensa que se esperaba. Tanto el pequeño comercio como las grandes superficies encaraban este periodo con optimismo, después de un diciembre con unas ventas muy frenadas por el avance de los contagios, especialmente a partir de la segunda quincena de diciembre.
La crisis mundial que lleva meses tensionando la cadena de suministros llevó a muchos consumidores a adelantar sus compras de Navidad a noviembre por miedo a quedarse sin productos, lo que provocó un menor consumo en diciembre. También, el aumento de casos de covid generó una menor afluencia a los locales comerciales el último mes del año. Todo ello, sumado a unas temperaturas que se mantenían cálidas, propició un enfriamiento de las ventas y que no se obtuvieran los resultados esperados.
Tanto es así que, según la patronal del pequeño comercio Confecomerç, la campaña de Navidad arroja una cifra de facturación un 15% por debajo de 2019, cuando se esperaba que fuera de un 10% más respecto a niveles precovid. Pese a esta coyuntura había buenas sensaciones de cara a las rebajas, aunque siendo conscientes de que aún se está lejos de llegar a niveles de venta prepandemia.
Lo cierto es que en los últimos años, las rebajas ya no provocan el frenesí de antes cuando únicamente las tiendas aprovechan estas fechas para hacer descuentos. Con la liberalización en 2012, muchos comercios ofrecen ofertas y promociones durante todo el año por lo que muchos aprovechan esos momentos para hacer sus compras. De hecho, antes del 7 de enero, cuando arranca la campaña de invierno, muchos locales ya ofrecían a sus clientes promociones en sus artículos.
En cualquier caso, para el comercio sigue siendo un periodo importante para vender el stock de la temporada y aumentar sus ventas. No obstante, la atípica coyuntura no ha dado respiro al sector. "El inicio fue como es habitual con un primer fin de semana muy potente, pero luego decayó por el crecimiento exacerbado de los contagios", explica Joaquín Cerveró, portavoz en la Comunitat Valenciana de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), a la que pertenecen El Corte Inglés, Carrefour o Alcampo, entre otras.
Sin embargo, la llegada de la ola de frío ha conllevado un repunte en las ventas, especialmente en ropa de abrigo y equipamiento para el hogar. "Con el frío, estamos notando una tendencia positiva y creciente”, señala el representante de las grandes superficies. "La mejor promoción es el frió para que el consumidor por necesidad tenga interés de equiparse", afirma para remarcar que, pese a las dificultades, las ventas este año son "mejores" que las del pasado cuyo balance fue "bastante negativo". "Falta alegría y socialización de la gente, que es el estímulo principal", admite.
Por categorías, con la llegada del frío se ha notado un aumento en las compras para el equipamiento del hogar en artículos como calefactores, ropa de abrigo, mantas, edredones o fundas nórdicas. "En estos momentos está habiendo muchas compras por necesidad ante esta tesitura. Vemos un repunte y confiamos en que se mantenga para que consigamos recuperar más ventas en enero", señala Cerveró.
Equipamiento personal y el hogar tiran de las compras
Así lo percibe también el pequeño comercio que afrontaba esta campaña con la expectativa de poder superar las ventas del año pasado, aunque sin alcanzar los niveles precovid. Los productos que están siendo parte de la lista de los clientes son fundamentalmente artículos relacionados con el equipamiento personal (calzado, textil, complementos, joyería, perfumería); hogar (electrodomésticos, muebles y decoración), así como aquellos vinculados a la electrónica, entre otros.
"El frío está avivando las compras en comercios vinculados al equipamiento personal -gravemente afectados por el impacto de la covid-, y en establecimientos de venta de pequeños electrodomésticos y de artículos del hogar", señalan desde la patronal Confecomerç, que apuntan que las rebajas han sido intensas en el inicio, principalmente en la primera semana. "Cada vez más apreciamos que las ventas se concentran en el arranque del período, diluyéndose el efecto en febrero, representando la liberalización de las rebajas un hándicap, ya que resta impacto y desvirtúa la verdadera razón para la que fueron creadas", afirman.
En este sentido, insisten en la necesidad de revisar la normativa para ofrecer "las máximas garantías al consumidor, reforzando así un período especialmente importante, de gran atractivo para los clientes sobre todo del pequeño comercio, en el que los artículos puestos a la venta son los de la temporada y no productos de menor calidad, comprados expresamente para esta campaña", puntualizan.