VALÈNCIA (EFE). El Gobierno está estudiando "diferentes alternativas" ante la fuerte subida del precio de los carburantes, y debe decidir si opta por "bajar la fiscalidad o dar ayudas" en función de cuál de estas medidas "tiene un mayor rendimiento".
Así lo ha expresado este miércoles en declaraciones a los periodistas la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en referencia al plan de respuesta a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania que prepara el Ejecutivo.
Coincidiendo con el arranque hoy de la ronda de contactos del Gobierno con los partidos políticos para recabar propuestas, Montero ha criticado al PP por esgrimir una bajada de impuestos "como solución mágica ante cualquier problema durante toda la legislatura".
"De qué sirve bajar la fiscalidad si la dinámica por ejemplo del mercado mayorista de la electricidad sigue igualmente con su tendencia (al alza)", ha citado como ejemplo la titular de Hacienda.
Ha insistido en que el Ejecutivo explora "diferentes vías" para actuar en los productos y bienes cuyos precios más se han disparado, como es el caso de la luz, el gas, la gasolina o el diésel, motivo por el que en las próximas dos semanas hablarán con partidos, patronal, sindicatos y comunidades autónomas de cara a alcanzar "un consenso y aunar voluntades" en ese plan de respuesta.
En este sentido, ha apuntado que entre las medidas que están encima de la mesa se encuentra "la de topar los beneficios de las compañías eléctricas", tal y como recomendaba esta misma semana la OCDE.
Además, ha defendido que el Ejecutivo ya ha procedido a rebajar impuestos y dar ayudas ante la subida del recibo de la luz para "proteger" a familias y empresas, con un coste estimado de entre 10.000 y 12.000 millones de euros que dejarán de ingresar las arcas públicas.