VALÈNCIA. El Gobierno tiene activa en este momento la maquinaría para acabar de resolver la segunda línea de ayudas del Perte VEC II, a la que opta Ford. Unos fondos cuya resolución se prevé que se publique en las próximas semanas. Además, de forma paralela, el Ministerio de Industria está articulando las bases de una tercera y cuarta convocatoria, que se lanzarán a lo largo de este 2024 con el objetivo de seguir oxigenando a la industria del automóvil en España, en pleno proceso de transición. No obstante, y aunque ahora mismo se está centrado en estas nuevas ediciones, el Ejecutivo no descarta seguir replicando estas ayudas con nuevos programas y, de hecho, buscará la complicidad de Europa para poder hacerlo en una quinta y sexta fase.
En una jornada del eMobility Expo World Congress, certamen que se celebra en Feria Valencia, el comisionado del Perte VEC, José María López, reclamó más fondos europeos precisamente para que el Gobierno pueda sacar una quinta y sexta convocatoria de estas ayudas con la vista puesta en cumplir con los objetivos de descarbonización fijados por Bruselas para 2035, que pasan por una reducción del 100% de las emisiones de turismos y furgonetas. Nuevas ediciones por las que dará la batalla la Administración para seguir fortaleciendo al sector de la automoción en España, según ha podido saber este diario.
Además, en su intervención, el comisionado destacó que estas inyecciones son un "instrumento muy importante para la inversión de la industria española" porque han permitido revitalizar un sector como el automóvil, por lo que apeló a seguir por este camino. Y en ello trabajará el departamento de Jordi Hereu. "Desde el Ministerio tratamos de ayudar y colaborar para que los fondos lleguen a las empresas y que España sea un foco del coche eléctrico y conectado", aseguró López.
De esta forma, la intención del Gobierno es agotar todos los fondos de las próximas convocatorias para demostrar a Europa que se debe seguir apostando por la industria española. De hecho, con el remanente de la primera convocatoria fue posible lanzar la segunda. Y es que López admitió que la primera edición fue "compleja" tanto en el diseño de las bases como en los requisitos que se exigieron, por lo que con esa primera experiencia se trató de "mejorar las siguientes". De hecho, fue precisamente la rigidez de las condiciones lo que llevó a Ford a renunciar a los 106 millones que se le habían preasignado ante la imposibilidad de cumplir con los plazos fijados.
Una flexibilización que, de hecho, exigían las empresas para optar a los fondos y que se introdujo en el Perte VEC II, articulado en dos líneas, tras negociar con Bruselas la simplificación de los trámites, la posibilidad de que se presentaran proyectos individuales y no solo consorcios, y la ampliación de los plazos de ejecución. La primera sección de esta convocatoria, dotada de 850 millones para proyectos de producción de baterías, ya se ha publicado. Han sido 23 proyectos con cerca de 550 millones de euros de subvención. Una de estas empresas ha sido Ford, que ha recibido 37,6 millones para una planta de ensamblaje de baterías.
La que está pendiente de resolución es la parte que se dirige a respaldar planes orientados a la cadena de valor industrial del vehículo eléctrico y conectado, con un presupuesto de 344 millones de euros en subvenciones y 215 millones en ayudas. López explicó que se está evaluando, pero que se está demorando su resolución ante la "avalancha" de 320 proyectos que recibieron. En cualquier caso, confía en que estén resueltos entre finales de febrero y principios de marzo.
Paralelamente, Industria diseña los pliegos de próximas ediciones. En concreto, el Perte VEC III contará con más de 200 millones de euros en subvenciones y 100 millones en préstamos e irá dirigida tanto a proyectos de baterías, como a la cadena de valor del vehículo eléctrico. La intención es se publique en el primer semestre de este 2024. Más a final de año, López prevé que esté la cuarta convocatoria, que contará con unos 250 millones de euros en subvenciones y 1.000 millones en préstamos. "Es una gran oportunidad para las empresas del sector, estad atentos a estas convocatorias porque es un dinero que va a ir muy bien para el ecosistema del coche eléctrico", avanzó.
En la mesa también participaron el project manager officer de Future Fast Forward -macroproyecto tractor liderado por Volkswagen y otras 51 empresas y en el que se enmarca la gigafactoría de Sagunt-, Óscar de Pedro; Nuria Arenas, de Broseta; y el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo. Las empresas reclamaron a la Administración que se les escuche y tenga en cuenta en las próximas ayudas para facilitar su acceso. También pidieron que el proceso beneficie a proyectos tractores que arrastren al tejido industrial y tengan un mayor impacto.
En este sentido, De Pedro valoró los fondos europeos, aunque admitió que estas ayudas no son suficientes para los retos que la industria tiene delante, pero sí son relevantes en la toma de decisiones. En cualquier caso, pidió a la Administración que haga las cosas más fáciles y simplifique este tipo de programas.
En la misma línea, la experta Nuria Arenas aseguró que "los incentivos económicos son un factor determinante para los inversores, pero no solo las cuantías son importantes, también la viabilidad económica, la seguridad jurídica y que el dinero llegue". "Es importante que los fondos se repartan entre proyectos que realmente son tractores, que generan impacto real en la economía y no a los que llegan primero", subrayó.
