La guerra de Ucrania había comenzado a mudar su rostro de acero y tanques por los pájaros de fuego que atacaban desde el cielo agazapados desde las nubes. Los malditos drones de inicios del siglo XXI acababan de hacer su aparición, en el otoño del Año II d.C. -después de la Covid-, poco antes del CaosPrevio y el advenimiento de ELLA. Serían el preludio del temible General Invierno, cuando el día se oscureció con las bandadas de abejorros y su zumbido mortal, eran los letales drones autonómos o “killer robots”, un experimento piloto bélico entre el hombre y la máquina.
Mientras tanto, el gobierno del TerritorioEuropa, consciente de que ELLA estaba al acecho, aprobó una nueva legislación para controlar los “gatekeeper”, los guardianes de la puerta digital, del acceso a la información de las plataformas comerciales que operaban en red. Se trataba de la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés), un conjunto de normas para que los “guardianes digitales" garanticen la entrada en vigor de los mercados abiertos.
El nuevo Reglamento pondría fin a las prácticas desleales de las empresas que actúan como guardianes en la economía de las plataformas en línea. El DMA define cuándo una gran plataforma en línea es calificada como “puerta”. Se refiere a plataformas digitales que proporcionan una importante puerta de entrada entre los usuarios de negocios y los consumidores, cuya posición puede otorgarles el poder de actuar como un creador de normas privadas y, por lo tanto, creando un cuello de botella en la economía digital.
Para abordar estos problemas, la DMA definirá una serie de obligaciones que tendrán que respetar, incluida la prohibición de que los guardianes se involucren en ciertos comportamientos como “servicios de plataforma central”. Estos servicios son: servicios de intermediación en línea como tiendas de aplicaciones, motores de búsqueda en línea, servicios de redes sociales, ciertos servicios de mensajería, servicios de plataforma de intercambio de vídeo, asistentes virtuales, navegadores web, servicios de computación en la nube, sistemas operativos, mercados en línea y servicios de publicidad.
La DMA se aplicará a través de una sólida arquitectura de supervisión, bajo la cual la Comisión será la única ejecutor de las normas, en estrecha cooperación con las autoridades de los Estados miembros de la UE. La Comisión podrá imponer multas y multas de hasta el 10 % de la facturación mundial de una empresa, y de hasta el 20 % en caso de infracciones repetidas.
-¡Bonjour David, desde la ZonaZero-BXL! Te he pasado por el “canal informal” el DOC3110-22? He comenzado a investigar el Advenimiento de ELLA y el Transhumanismo. Algo tuvo que ver antes de abrir la puerta a los robots… Pese a establecer un control público del gobierno de los Estados y de la Unión Europa, seguían dejando el control del comercio en la red al albur de las plataformas privadas. Quién iba a vigilar los algoritmos que invaden nuestra vida privada si el Gatekeeper es otra empresa que se nutre de ello…
-Muy interesante, Laura. Lo he visto por encima. Entiendo que es así es como llegó ELLA, la red que pasó a controlar desde el frigorífico hasta nuestro corazón, lo que debíamos comer, a quién debíamos amar y lo que debíamos pensar. Fue el paso previo a ordenar a los “killer robots” cuándo disparar… Fue el paso siguiente que tomaron los “gate keepers”.