VALÈNCIA. 2021 fue un año conflictivo como pocos recordados por las protestas continuas de los sectores —especialmente de las artes escénicas— respecto a las convocatorias de ayudas del Institut Valencià de Cultura. La semana pasada, el Director Adjunto de Audiovisuales, José Luis Moreno, desveló en una entrevista que las bases aprobadas tan solo hace dos años se estaban renovando para aplicarlas en la convocatoria de este año. Pues bien, según ha podido saber este diario, artes escénicas también ha abierto el proceso para lavarse la cara después de dos años no poco accidentados.
Poco se sabe aún del contenido de las nuevas bases, aunque lo novedoso es la forma en la que se están diseñando: el Institut ha trasladado una propuesta al sector a través de una reunión única y todas las asociaciones están trabajando en una propuesta conjunta y unánime para dar ideas de mejora, modalidad a modalidad. De esta manera, todas están renunciando a objetivos individuales para crear un texto en el que se vean representadas. Su propuesta aún se está redactando, y según fuentes oficiales, será durante el mes de febrero cuando el documento definitivo del Institut esté listo.
“Por la premura de siempre, los cambios que se introducirán este año no serán muy profundos, pero se está trabajando también en que se avance en los siguientes”, comenta Jéssica Martínez, de Comité Escèniques, una de las asociaciones que está presente en el proceso. Por su parte, la asociación de profesional que representa Martínez, está preocupada por varios asuntos. Primero, porque los criterios de valoración no sean tan cuantificables y representen una suma de números que, en su conjunto, no suman. Este aspecto es peliagudo y ya fue un punto caliente en 2020, cuando el Consell Jurídic Consultiu echó atrás las bases del IVC por “falta de objetividad”, lo que retrasó su aprobación varios meses.
Por otra parte, desde Comité Escèniques también creen que las ayudas acaban favoreciendo, de manera inerente, “la excelencia empresarial sobre la artística, lo que impide la llegada de nuevos creadores y propuestas arriesgadas”. “Se acaba tendiendo a lo más convencional, y es difícil hacer un hueco e innovar”, explica Martínez, algo que justifica porque las ayudas tienen una estructura muy estricta. Por último, y eso sí sería una preocupación de todas las asociaciones, está la voluntad de acortar tiempos para la fecha de publicación, resolución y pago, “que beneficia a los bancos, que son los que nos dan los créditos”.
En todo caso, la propuesta consensuada saldrá de diferentes reuniones que tendrán lugar durante las próximas semanas. A partir de este año también se podría empezar a aplicar las ayudas bianuales, que ya estaban presentes en las bases de 2020, pero que no se aplicaron ni ese año ni el año pasado en consenso con el sector debido a la incertidumbre surgida por la pandemia, que hacía muy difícil pensar en dos años vista.
Las bases de ayudas son los documentos sobre los que se bases las convocatorias de subvenciones y se intentan renovar cada tres o cuatro años. En esta ocasión, las aún vigentes se empezaron a diseñar a finales de 2019 y se terminaron de redactar durante la pandemia, poniendo el foco en el contexto de entonces para dar una respuesta al sector ante la incertidumbre. El citado informe del Consell Jurídic Consultiu retrasó su aprobación y 2020 fue un año de muchos vaivenes. El año pasado, 2021, una jubilación y un problema de valoración encendió la mecha de una protesta sin precedentes liderada por las compañías de artes escénicas pequeñas y medianas. Un conflicto que aún no se ha zanjado, puesto que aún no se ha publicado la esperada segunda convocatoria a compañías emergentes que pretendía dar solución a las 40 compañías que se quedaron sin ayuda por insuficiencia económica.
Por su parte, el IVC ha confirmado a este diario que, en el caso de las ayudas a música no sufrirán los cambios que sí harán tanto audiovisuales como artes escénicas. “El sector nos ha demandado estabilidad para esta convocatoria, aunque introduciremos algún retoque puntual. Ya estamos trabajando con ellos las de 2023”, explican fuentes oficiales.
Las nuevas bases, gracias a un cambio legislativo introducido por la Generalitat Valenciana, no tendrán que esperar tanto como otros años, ya que se aprueban conjuntamente las bases y la convocatoria. Así, la pretensión es que las ayudas se vayan publicando durante marzo o abril.