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El mercado contiene la respiración ante la presentación de resultados

La nueva temporada de presentación de cuentas será clave para categorizar aquellas compañías más fuertes del promedio que conforman la mayoría

18/07/2022 - 

MADRID. La temporada de resultados del segundo trimestre será clave para categorizar aquellas compañías más fuertes del promedio que conforman la mayoría. Una distinción que solo será más importante si aparece una recesión en los próximos 18 meses. Las empresas no son inmunes a las presiones inflacionarias que enfrentan sus clientes, y los márgenes de beneficios corporativos históricamente altos están en riesgo debido al aumento de los costes en esta temporada de resultados.

En un entorno de alta inflación, el crecimiento de los ingresos no es difícil de conseguir. Los precios están aumentando en todas partes, y las empresas y los consumidores esperan una sorpresa. Las empresas pueden hacer crecer sus principales líneas de negocio simplemente subiendo sus precios, sin necesidad de vender más unidades. Pero los costes de los insumos (a saber las materias primas, transporte, salarios, y un largo etc) también están aumentando. Las empresas de mayor calidad son las que pueden aumentar sus precios de venta más rápido de lo que los proveedores aumentan los suyos. Esa es la definición de poder de fijación de precios. Lo que supone que cuando los márgenes están bajo asedio, la rentabilidad incrementará su importancia en las valoraciones.

Los resultados del segundo trimestre durante el próximo mes serán reveladores. Durante el periodo de abril a junio, vimos un aumento masivo en los precios del petróleo y otras materias primas, salarios en aumento cada mes, aumentos en los tipos de interés y un sin fin de cuellos de botella continuos en la cadena de suministro que incrementan los costes y complejidad a las operaciones diarias.

Un desfile de informes de ganancias durante el próximo mes expondrá cómo las empresas se han enfrentado a una inflación vertiginosa, cambios en el gasto de los consumidores y un entorno de suministro volátil. La orientación y los comentarios de los equipos de gestión sobre las perspectivas para el resto de 2022 pueden tener un impacto aún mayor.

Del total de componentes del S&P500, se espera que los ingresos aumenten un 10,3% interanual en el segundo trimestre de media, según el director de Estrategia de Renta Variable estadounidense de Credit Suisse, Jonathan Golub. Mientras se prevé que el beneficio por acción aumente un 5,5%, lo que sugiere una disminución significativa en el margen de beneficios general del índice.

Pendientes de la inflación

El mismo ejecutivo afirma que será difícil que los márgenes no disminuyan, pero las cifras de ingresos crecerán en dos dígitos. “La inflación significa que las empresas suben sus precios. Veremos caer parte de ese poder de fijación de precios a medida que cae la inflación”. Se espera que el mejor crecimiento del margen respecto al período del año anterior provenga de empresas cíclicas, incluidos muchos de los productores de energía y materias primas que están viendo dispararse el precio de mercado de sus productos. Estos valores del S&P 500 aumentarán los ingresos en un 23,0 % y el beneficio por acción en un 51,7 %, según Golub. La diferencia con la media de todo el índice es importante, sobre todo en los beneficios.

Eso se compara con un aumento del 4,5 % en los ingresos y una disminución del 1,1 % en las ganancias por acción que se esperan de las empresas no cíclicas en el S&P 500, que incluyen muchos nombres de compañías tecnológicas, el sector de la salud y servicios públicos. Las grandes empresas tecnológicas como Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta Platforms y Nvidia son otra área de preocupación por los márgenes en esta temporada de resultados. Se espera que los ingresos de ese grupo aumenten “sólo” un 7,6% interanual, mientras que los beneficios caerán un 4,3%. Su gran peso combinado dentro del S&P500 hace que esa contracción esperada sea significativa para el índice en su conjunto. Pero si se excluyen estas seis empresas, se espera que las ventas del S&P500 aumenten un 10,9 % y que los beneficios aumenten un 9,9%, según el directivo de Credit Suisse.


El índice del dólar estadounidense (USDIDX), que mide el dólar frente a una cesta de otras divisas, ha subido un 9,5% este año. Las ventas de las empresas multinacionales en moneda extranjera valen menos cuando se convierten en dólares cuando el dólar se fortalece. Por lo que se espera que se observe en los informes empresariales muchos ajustes a los beneficios y las tasas de crecimiento para ese viento en contra que supone el tipo de cambio. Por ejemplo, Apple (AAPL) dijo en abril que esperaba que la fortaleza del dólar reste tres puntos porcentuales a su crecimiento de ingresos interanual para este próximo trimestre.

Y la inflación no ayuda, este miércoles hemos conocido el dato de junio de precios de Estados Unidos, con un nuevo récord del 9,1% interanual en junio frente al 8,8% interanual esperado y en comparación con el 8,6% en mayo. La cifra del IPC subyacente (que descuenta los precios de la energía y el transporte) estuvo por encima de la estimación del consenso y ascendió a 5,9% interanual frente al esperado de 5,7%, aunque ligeramente inferior comparado con 6.0% en el mes anterior. Esto fue el pasado miércoles, pero ya hoy conocemos lo que han hecho los bancos estadounidenses durante el segundo trimestre en el periodo que comprende entre abril y junio de 2022 y no empieza bien la temporada de resultados.

Turno de JP Morgan

El sector bancario ha estrenado la piñata de los resultados del segundo trimestre en Wall Street y JP Morgan como cabeza de lista ha sido el primero decepcionando (y preocupando) a los inversores, en paralelo, también ha sido el turno de Morgan Stanley. El presidente y CEO de la entidad, Jamie Dimon, fue el centro de atención más allá de los números publicados por la histórica entidad: “JPMorgan Chase se desempeñó bien en el segundo trimestre, obtuvimos 8.649 millones de dólares en beneficios sobre unos ingresos de 30.700 millones de dólares y un ROTCE (retorno sobre el capital tangible) del 17 %, con un crecimiento en todas las líneas de negocio, mientras se mantiene la disciplina crediticia y un balance de fortaleza”.

Lo que aquí no dice Dimon, es que los ingresos han caído levemente respecto al trimestre anterior y los beneficios han crecido un 4%, una cifras más que decepcionantes para lo que se espera de una entidad como JP Morgan. Y el mercado ha actuado. Dimon agregó: “En nuestra economía global, estamos lidiando con dos factores en conflicto, que operan en diferentes calendarios. La economía de los EE.UU. continúa creciendo y tanto el mercado laboral como el gasto de los consumidores, y su capacidad de gastar, se mantienen saludables. Pero la tensión geopolítica, la alta inflación, la disminución de la confianza del consumidor, la incertidumbre acerca de cuán altos deben ser los tipos de interés y el endurecimiento cuantitativo nunca antes visto y sus efectos sobre la liquidez global, combinados con la guerra en Ucrania y su efecto nocivo sobre la energía global y es muy probable que los precios de los alimentos tengan consecuencias negativas en la economía mundial en el futuro. Estamos preparados para lo que suceda y continuaremos sirviendo a los clientes incluso en los momentos más difíciles”.


Por otro lado, su homólogo de Morgan Stanley, James P. Gorman, ha sido más escueto en sus palabras dentro del informe para la prensa y se centró exclusivamente en los resultados de MS si entran en detalle de las consideraciones que pueda tener sobre la situación económica actual y próxima en el corto plazo. ¿Por qué? Pues porque los resultados han sido muy malos: “En general, la empresa tuvo un trimestre sólido en lo que fue un entorno de mercado más volátil de lo que hemos visto durante algún tiempo. Los sólidos resultados en Renta Variable y Renta Fija ayudaron a contrarrestar parcialmente la actividad más débil de la banca de inversión. Continuamos atrayendo flujos positivos a través de nuestro negocio de Wealth Management y Investment Management continúa beneficiándose de su diversificación. Finalmente, terminamos el trimestre en una sólida posición de capital para asegurarnos de avanzar con confianza".

A pesar de la retórica adornada, los resultados reales (entendiendo cómo el relativo respecto al trimestre anterior y el cambio interanual) no son tan “suficientes” como Gorman nos quiere vender. Los ingresos han caído un 11% intermensual y un 11% interanual, mientras que los beneficios han caído un 32% intermensual y un 29% interanual. Un absoluto desastre para unas entidades que tienen el peso suficiente para actuar como lobby financiero.

Aplazando la recompra de acciones

Al menos JP Morgan ha sido más honesto y ha aplazado temporalmente su programa de recompra de acciones. Y con todo el sentido del mundo, el billete verde ya no vale 0% como así ha sido durante 2020 y 2021, desde que subiera los tipos de interés, la Reserva Federal también ha sido más restrictiva en sus política monetaria el reducir su balance (Quantitative Tightening) y el precio del dinero se sitúa ahora en el 1,5%-1,75% y en apenas 15 días podría ascender hasta el 2,50%-2,75% si el mercado está en lo cierto y la Fed aplica una subida de 100 puntos básicos justo antes de irnos de vacaciones.

El dinero ahora tiene 'valor' para los bancos y no van a usarlo para recomprar acciones y beneficiar a los accionistas, sino que van a dar un impulso a los préstamos y la actividad comercial para sacar más rentabilidad e incrementar los ingresos hasta que explote la nueva recesión. Eso sí, siempre y cuando la elasticidad de la demanda a la inflación y las subidas de tipos sea lo suficientemente insensible para seguir consumiendo, algo que sabemos que es muy poco probable que suceda. Los bancos ya se han preparado, pero ¿lo han hecho ya los inversores y consumidores?

Darío García es analista de XTB

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