el edificio sigue en pie pero su interior está vacío

El Moll del raïm: por qué la nave cultural de Benicàssim no llegó a fraguar

29/10/2021 - 

CASTELLÓ. ¿Qué es el Moll del Raïm? O lo que es lo mismo... ¿Qué iba a ser en su día el Moll del Raïm? Porque poco tienen que ver sus planes actuales con los que en su día tuvo este innovador proyecto cultural. La idea era convertir un antiguo almacén de Renfe en un espacio multidisciplinar que acogiera todo tipo de actividades artísticas; desde exposiciones, hasta conferencias o cursos. La voluntad de la 'Nau de les Arts', que es así como se llamaba en un principio, era generar un espacio de creación para colectivos y personas que no tuvieran recursos. Allí podrían crear, a cambio de exponer su obra. Pero además, lo que causó sensación del espacio fue cómo estuvo construido. No solo se rehabilitó el antiguo edificio al que pertenecía, junto a él se añadió una prótesis, compuesta por seis módulos, hecha a base de envases. En total fueron 400m2 de material reciclado listos para albergar aulas, talleres, almacenes y residencias artísticas.

Un montaje iniciado en 2011 por la Asociación Proyecta y construido por el arquitecto Santiago Cirugeda, de Recetas Urbanas, en colaboración con Rehasa Estructuras, Lucas Construcción y con la ayuda de numerosos colectivos, que sin embargo nunca llegó a ser lo que querría haber sido. El proyectó quedó "clausurado" en mayo de ese mismo año tras ganar las elecciones el Partido Popular por mayoría absoluta y sustituir al anterior gobierno de PSPV-BLLOC-EU. Y es que, según cuentan sus impulsores, aunque se produjeron algunas reuniones con el concejal de cultura, por entonces Mauro Soliva, "este no quiso firmar el convenio acordado ni mantener las actividades previamente pactadas", bajo su parecer, fruto del "empeño" de romper con cualquier iniciativa gestada en los años de gobernanza socialista. Así, se hizo también "oídos sordos" a las nuevas actividades que como alternativa los creadores le propusieron. "En Francia gestionan proyectos en común independientemente del partido político que sea. Aquí en cuanto llegó el nuevo gobierno, se negó el proyecto", reitera Cirugeda. 

Durante sus diez años de vida, el uso que se le ha dado al Moll del Raïm se ha limitado a las actividades que ya se realizaban antes de su reforma. El edificio acoge las clases de la Escuela Municipal de Formación Para Adultos (FPA) y también ha servido de ensayo/almacén para la Colla de Dolçainers i Tabaleters. De igual modo, se han desarrollado eventos culturales, pero solo en casos muy puntuales, pese a haber recibido multitud de propuestas.

Lo cierto es que la asociación Proyecta no se conformó con el primer 'no' que les dio Cultura y recogieron cartas de apoyo de una decena de destacadas instituciones, entre ellas el EACC, la Escola d'Art i Disseny de Castelló, Feria Valencia, Fibart, Impiva, ITC, Museu de Belles Arts de Castelló y la Universitat Jaume I, las cuales apoyaron el proyecto y mostraron su deseo de colaborar. Pero no solo fue este su gran aval, también contaban con otro. El proyecto fue premiado por el Philippe Rotthier European Prize for Architecture, unos galardones que reconocen aquellas iniciativas que destacan por su avance social. En su caso, impresionó la importancia que el reciclaje y la sostenibilidad tuvo en el proceso de construcción. El de Benicàssim fue además el único proyecto de la Comunitat Valenciana reconocido y junto a él solo cuatro más de España lo lograron. 

No obstante, el Ayuntamiento mantuvo su postura. "El concejal de Cultura nos dijo que iba a reinventarlo y que si no nos gustaba lo cerraría y lo pintaría de blanco", cuentan los miembros del colectivo. A esto le siguieron una serie de denuncias públicas en las que se justificó la ausencia de actividad advirtiendo que el espacio tenía goteras. Sin embargo, según explican los mismos a Castellón Plaza, "en el informe correspondiente se demostró que no era una gotera sino que no habían limpiado ni mantenido nunca los desagües del techo desde que lo clausuraron y estaban obstruidos". 

Las preocupaciones vuelven al Moll del raïm

El conflicto entre ambas partes nunca se resolvió y la situación del Moll del Raïm, a día de hoy, no ha cambiado demasiado. De hecho, vuelven las preocupaciones respecto al estado del espacio. La noticia publicada por un medio local hace cuatro meses hacía saltar de nuevo las alarmas entre artistas y arquitectos. Y es que según se afirmaba en dicho artículo, Benicàssim trasladará el Moll del Raïm al recinto de festivales con el objetivo de convertir la actual ubicación en una zona de aparcamiento y buscará, en consecuencia, un nuevo espacio para las asociaciones locales. Explicaba la alcaldesa Susana Marqués, en declaraciones a Mediterráneo, que este "no cumple con las condiciones necesarias, debido a que está degradado", y por eso, se contempla utilizar los módulos para oficinas o taquilla de entradas de los festivales y eventos que se celebren en el recinto. "Tenemos una demanda del tejido asociativo local. En el Moll del Raïm pasan frío, hay poca luz... y no estaba configurado para este fin", aseveraba la alcaldesa.

Tras conocer esta información por prensa, Santiago Cirugeda presentó un escrito oficial al ayuntamiento solicitando más información sobre cuál sería finalmente el destino de la obra y ofreciéndose a ayudar en su desmontaje y posterior montaje. Y es que, según advierte el mismo, no toda la infraestructura podría ser trasladada al recinto de festivales y esto atenta contra la reciente Ley de Economía Circular. "Sus premisas son las mismas que hicieron entonces posible este proyecto. Nosotros reutilizamos seis módulos de viviendas cedidos por el Ayuntamiento de Zaragoza. Y tampoco ahora este material debería acabar en un descampado o vertedero, pero tampoco vale guardarlo en un almacén municipal, si no quieren darle el uso que tenía, deben pensar otro", señala el arquitecto, quien añade que, en caso de querer desmontarlo, sería también aconsejable que contarán con un equipo especializado en este tipo de construcciones para supervisar y co-redactar un proyecto técnico. Por otra parte, Cirugeda ha querido aclarar que "en diez años no le ha llegado ningún informe sobre los desperfectos del edificio. Si a los tres meses de inaugurar el espacio aparecen goteras, lo lógico hubiera sido que me pidieran responsabilidad y fuera hasta Benicàssim a verlas". 

Por su parte, el actual concejal de Cultura, Javier Alonso, ha asegurado a este diario que "no hay nada previsto" sobre el futuro de los módulos del Moll del Raïm y que, por el momento, "no se van a intervenir". También, otras fuentes de alcaldía consultadas aseguran que "el cambio de ubicación no se ha puesto en ningún sobre la mesa". Pero, sea como sea, el espacio continuará como hasta ahora sin actividad cultural. 

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