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'El monstruo del monóculo y otras bestias', una antología de vidas noir de Nuria Pérez

Jekyll & Jill publica una obra sensacional sobre la edad dorada de Hollywood en la que conviven personajes siniestros y extraordinarios, la realidad y la ficción, todo envuelto en el humo espeso del cine negro

26/09/2022 - 

CASTELLÓ. Un profesor de periodismo cinematográfico de la carrera comenzaba su asignatura haciéndonos enumerar diez películas que considerásemos imprescindibles, y se llevaba las listas a casa. Al día siguiente, comenzaba a comentar lo que había visto diciendo que al parecer, para la clase, el cine había empezado en mil novecientos setenta. De todo lo anterior no había ni rastro en esas notas elaboradas por una generación de estudiantes nacidos en su mayoría en mil novecientos ochenta y siete. El comentario, claro, incomodaba. Quien más y quien menos había incluido lo que consideraba un clásico, es decir, una gran película de los ochenta, o finales de los setenta. A él le parecía muy cómico que nos refiriésemos a esos films así, como clásicos. Sin duda lo eran, en el sentido de que se habían convertido en referentes y exponentes de una época, que para él, a diferencia de para la clase, era muy reciente en la historia del cine. ¿Realmente nadie había visto nada más clásico? ¿Qué era de las producciones de la época dorada de Hollywood? Porque de la tradición de otras industrias y culturas, mejor ni hablamos. Lo cierto es que tales películas ausentes sí se habían cruzado en las vidas de esos estudiantes. 

Pudo ser en una sobremesa de domingo a modo de imágenes en blanco y negro y doblaje cálido, o bien cambiando de canal en busca de algún concurso televisivo de moda. De un modo más estático, por supuesto, se habían conocido sus títulos como referencias en revistas de cine, o por los nombres de sus actrices y actores en las preguntas difíciles del color rosa del Trivial. Algunos de sus carteles eran tan icónicos que formaban parte de la decoración de cafeterías y pubs que más se frecuentaban en el momento. No cabe duda de que el tiempo pasa, las sociedades cambian, la tecnología evoluciona, y unas historias nos explican o entretienen mejor que otras, y eso es normal. Pero en la resignación gris de aquel profesor, que ya sabía con qué se iba a encontrar, había algo que provocaba cierta desazón. ¿Tan rápido iba todo que ya habíamos tapado un pasado reciente con las sábanas con las que se cubren los muebles viejos? Había mucho cine por descubrir echando tan solo unas décadas la vista atrás.

Se ha escrito mucho sobre Hollywood, y parece que se puede seguir escribiendo mucho más. Otra cosa es cómo se ha escrito, y en ese sentido, El monstruo del monóculo y otras bestias. Secretos y engaños de la edad de oro de Hollywood, de Nuria Pérez, publicado en el catálogo de Jekyll & Jill, es algo realmente especial (y de muchísima calidad). A caballo entre la crónica, la reconstrucción y la ficción, y haciendo uso de narrativas que incluyen el guion cinematográfico, la autora repasa las historias de diferentes protagonistas de aquellos años con el foco puesto en lo noir: en las páginas de este libro, que como no podía ser de otra manera, la editorial nos entrega con un diseño y un acabado exquisito, conviven auténticos déspotas, los monstruos a los que se refiere el libro, como Fritz Lang u Otto Preminger, capaces de lo mejor a nivel artístico, y de lo peor a nivel humano, con mujeres de enorme talento que pese a semejante contexto, supieron, con mayor o menor sufrimiento, construir carreras tan fascinantes como la de Ida Lupino, Gene Tierney o Joan Bennet

Eran tiempos de esplendor y calamidades: las fábricas de sueños cautivaban a espectadores que al salir de las salas volvían a un contexto de conflagración mundial, de economía de guerra, de ataúdes que vuelven a los hogares envueltos en una bandera y en la asfixia de una ausencia irreparable. Lo noir hace suyas las oscuridades humanas que, en épocas de naturalización de la muerte violenta en masa, alcanzan ciegas profundidades de la negrura. A partir de esta materia prima se construyen obras de arte. El ser humano es así: lo criminal genera un tipo de pasiones que son un caramelo para crear historias. En El monstruo del monóculo y otras bestias no hay un crimen, sino muchos: las tragedias y los éxitos se entretejen gracias a la gran habilidad narrativa de Nuria Pérez, que nos mantiene en vilo saltando de una biografía a otra, que conectan ante nuestros ojos con la fluidez de los mejores true crimes.

Uno de los grandes aciertos de este libro —que en sí mismo lo es—, son esos episodios con aroma a humo de despacho cerrado en una comisaría, a sudor y a peligro masculino en un coche, o a redención en el fango de un campo de batalla filipino; una historia negra con los ingredientes de la edad dorada a la que se refiere el título de la obra: las sombras policiales, el pozo de la guerra, las tinieblas de la mafia y el crimen organizado. De dos personajes con propensión al embuste, a los remordimientos de un accidente junto a un lago; de la caza de brujas de una administración mucho más criminal que Al Capone, a un giro inesperado del guion en lo más ficcional de esta obra llena de verdad, tan depurada y bien pensada, que hasta cuenta con las mejores citas que nos hemos encontrado últimamente en un libro. Este bestiario del Hollywood del cine negro parte del análisis de una traición, la que perpetró el país de unas mujeres que cuando más se las necesitó, trabajaron allí donde nunca se las quiso, alimentando con ello la esperanza de carreras por desarrollar y de vidas independientes que se vieron truncadas cuando ya no se las necesitó en las fábricas, siendo condenadas de nuevo al no poder elegir, a la servidumbre impuesta en esa fortaleza inexpugnable del hogar americano a la que se hace referencia al inicio de la película Desde que te fuiste. Un mundo aquel de insignias y carnets, fábricas y bailes. Y acudiendo a Miklós Rózsa: también de gente horrible haciendo cosas tremendas.

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