ALICANTE. El negocio de la empresa alicantina de resonancias magnéticas Inscanner se hundió hasta mínimos durante el ejercicio 2022, al finalizar el contrato de la UTE Erescanner Salud (en la que participaba junto a Eresa) con la Conselleria de Sanidad para prestar dicho servicio. De esta forma, Inscanner apenas facturó en 2022 por los servicios residuales de la UTE, concretamente, las pruebas diagnósticas encargadas antes del 15 de diciembre de 2021 que se realizaron durante el pasado ejercicio.
Según las cuentas anuales de la sociedad de capital benidormense, consultadas por Alicante Plaza, Inscanner facturó 2,14 millones de euros en 2022, un 84% menos que el año anterior (13,72 millones). Un descenso que el informe de gestión de los administradores explica específicamente por la finalización del contrato de la UTE de resonancias con Sanidad, y que también impactó en el tamaño de la plantilla: al cierre del año, Inscanner contaba con 15 empleados, frente a los 37 con los que finalizó el ejercicio anterior.
En cuanto al resultado, Inscanner volvió a cerrar con números rojos, pero mucho menos abultados que en 2021. Así, se anotó unas pérdidas de 300.000 euros, cuando un año antes perdía 1,5 millones (resultado negativo consecuencia de haber tenido que llevar a pérdidas la cantidad que reclamaba a su socio en la UTE por los servicios prestados en cada zona geográfica, como contó este diario). En cualquier caso, Inscanner cuenta con un balance saneado y reservas suficientes para compensar las pérdidas de los dos últimos años.
Los administradores de la firma indican en su informe de gestión adjunto a las cuentas que Inscanner "ha continuado desarrollando durante el ejercicio 2022 su actividad de prestación de servicios radiológicos a entidades privadas, particulares y a través de la actividad residual de la UTE de la que es participe, prestando servicios radiológicos por las pruebas solicitadas con anterioridad al 15 de diciembre de 2021 y así avanzar en los trámites para la liquidación del contrato con Consellería". Pese a ello, destacan que "el resultado del ejercicio mejora con respecto al anterior debido a las política de reducción de costes implantada por la sociedad a raíz de la finalización del contrato".
Inscanner, eso sí, espera que en 2023 su negocio vuelva a crecer, "debido a la consecución de una nueva adjudicación de contrato por parte de Consellería el 21 de marzo de 2023", tras limitarse en 2022 a las pruebas que se habían quedado pendientes para Sanidad y "prestar servicios a empresas privadas y particulares a través de sus dos máquinas de resonancia". En este sentido, la sociedad espera obtener beneficios en los próximos ejercicios, una vez se hayan ajustados los costes de estructura al volumen propio del negocio. Por otro lado, Inscanner "está a la espera de que salga nuevas ampliaciones del concierto de Conselleria para poder presentarse y recuperar parte de la actividad concertada de resonancias".
