El nuevo proyecto de urbanización tiene un coste de ejecución de 44,5 millones de euros.
VILA-REAL. El nuevo proyecto del polígono del clúster de la innovación cerámica introduce cambios sustanciales en la urbanización del área industrial del entorno de la CV-20 para crear un parque empresarial más sostenible y eficiente energéticamente, en la línea de los objetivos de desarrollo sostenible y la Agenda 2030, según informan este martes fuentes del Ayuntamiento de Vila-real a través de un comunicado.
El impulso al proyecto, que supone desbloquear el antiguo PAI de la carretera de Onda reconvertido en un clúster de innovación cerámica, se materializa después de una década de gestiones y trabajo del equipo de gobierno y los técnicos municipales. El alcalde, José Benlloch, ha presidido este martes de manera extraordinaria la comisión informativa del área de Oportunidades en la que se ha tratado la exposición al público de la modificación del convenio urbanístico y del proyecto de urbanización, con el fin de reactivar la obras de urbanización que quedaron paralizadas en 2008 durante el gobierno del Partido Popular y de las que apenas hay ejecutadas un 34,4%.
Benlloch ha explicado personalmente a los grupos municipales los detalles del nuevo proyecto, así como escuchar sus planteamientos al respecto, de ahí que haya presidido este martes la comisión informativa, donde ha señalado que “la reactivación de este polígono supone un paso de gigante dentro del Plan municipal de reindustrialización, para seguir construyendo la Vila-real del siglo XXI, innovadora, moderna y sostenible, y que genere riqueza y oportunidades”.
Entre las mejoras que se introducen en el proyecto de urbanización destaca la construcción de un carril bici que conecte con la CV-10 y el resto de la red de carriles bici; la instalación de alumbrado led; el rediseño de las zonas verdes para incluir un circuito de running y áreas de picnic que redunden en un mejor servicio para los trabajadores de las empresas; viales con sentido único con el fin de obtener un mejor tránsito viario para la coexistencia de los vehículos con la movilidad ecológica no motorizada, como son la bicicleta y los patinetes eléctricos; la instalación de 10 puntos de recarga de vehículos eléctricos junto a los diferentes cuadros de alumbrado público, con el fin de ofrecer puntos de recarga accesibles para todos los usuarios, cuya retribución contribuirá al sostenimiento del suministro eléctrico del alumbrado; empleo de hormigón fotocatalítico para el pavimentado de aceras, para la transformación de sustancias nocivas en compuestos inocuos, suponiendo así una importante mejora medioambiental; utilización de asfalto reciclado para el pavimentado de las calzadas, con un método innovador y minimizando el impacto ambiental global que produce la fabricación del aglomerado; entre otras innovaciones.
Una vez tratado en la comisión informativa, el nuevo proyecto de urbanización, con un coste de ejecución de 44,5 millones de euros, se aprobará en sesión plenaria y se expondrá al público durante 30 días para la presentación de alegaciones.
El antiguo PAI de la carretera de Onda se aprobó en pleno el 20 de diciembre de 1999, con una afectación inicial de 2.780.866 metros cuadrados de superficie y en torno a 450 propietarios. A raíz de la crisis económica de 2008 y, según explican las mismas fuentes municipales, "debido también a la inacción del gobierno municipal del Partido Popular, el proyecto quedó paralizado". Ahora, después de una década de trabajo, se retoma reconvertido en un polígono del clúster de la innovación cerámica "para dar respuesta a las necesidades del tejido industrial de Vila-real y favorecer la implantación de nuevas empresas", señalan las mismas fuentes.