VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, anunciaban este jueves el fin de casi todas las restricciones vigente por la covid excepto el uso de mascarillas en interiores, algo que depende en ese caso del Gobierno de España.
El principal motivo para esta relajación de las medidas se basa en los datos de presión hospitalaria, que señalan que la pandemia se encuentra controlada. No obstante, tal y como informó este diario, las celebraciones falleras, con el lógico aumento de la interacción social, empiezan a dejar notar su rastro en un ascenso vertiginoso de los contagios especialmente en la provincia de Valencia, que es donde se desarrolla mayoritariamente la fiesta.
Así, según la Conselleria de Sanidad, este viernes los nuevos casos ascendieron a los 10.781 casos, un número muy superior a las fechas anteriores desde que empezó a proporcionarse información sólo los martes y viernes. El 11 de marzo fueron 2.059 positivos; el 15 de marzo fueron 4.768; el 18 de marzo fueron 2.299 y el 22 de marzo fueron 3.655.
En concreto en la provincia de Valencia, este viernes se notificaron 7.954 nuevos positivos, más del cuádruple que el martes 22 de marzo, donde se informó de 1.765 en esta demarcación y muy lejos de la segunda cifra más alta de las últimas dos semanas, que se dio el martes 15 de marzo con 2.833 positivos. Tal y como informó este diario, la posibilidad de crecimiento exponencial de los casos estaba sobre la mesa, especialmente tras empezar a circular la información de un número de brotes considerable -Sanidad ya no informa de los mismos- relacionadas con fiestas y comisiones falleras.
La incidencia acumulada a 14 días de la Comunitat Valenciana ha subido 103 puntos desde la última actualización del martes hasta situarse este viernes, una semana después de la celebración de las Fallas, en 400,27 casos por 100.00 habitante. No obstante, sigue por debajo de los 461,86casos de media nacional, según la última actualización del Ministerio de Sanidad.
Ahora bien, para los analistas sanitarios, uno de los indicadores que marcan el peligro de rápido incremento de los casos es la comparación con la incidencia acumulada a 7 días. Si la cifra es superior a la mitad de la incidencia a 14 días, resulta evidente que se está en una tendencia al alza que puede multiplicarse con celeridad en los siguiente días. Este es el caso de la Comunitat Valenciana, que este viernes marcaba 229 casos por cada 100.000 habitantes. Este indicador, no se había traspasado desde hace semanas.
Sin embargo, sigue bajando la presión sanitaria. La conselleria notificaba este viernes 437 personas ingresadas en los hospitales valencianos, 40 de ellos en la UCI. En ambos casos, en línea descendente respecto a días anteriores. De la misma manera, el ministerio señalaba en su informe que la ocupación de camas por covid es del 2,94% en caso de ingresos de planta y de un 4,35% en lo que se refiere a críticos. En ambos casos, datos asumibles dentro de la crisis pandémica.
Precisamente en estos términos se pronunció el jueves el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, al anunciar el fin de casi todas las restricciones, pese a ser consciente de un posible ascenso por las celebraciones en el calendario. "Los indicadores están a la baja y ya en un nivel bajo. Sabemos que estos días de interacción social de Fallas y Magdalena supondrán un repunte pero estamos en una nueva dinámica y vamos hacia la normalización que ha de ser compatible con la prudencia. Aún hay personas en la UCI o que pueden acabar ahí. Especialmente los más vulnerables deben mantener la prudencia y debe haber una correspondabilidad", indicó Puig, para puntualizar que los contagios no tendrían "repercusión hospitalaria de manera muy mayoritaria".