Foto: EDUARDO MANZANAVALÈNCIA. El PP ha decidido darse prisa con la elección de la próxima dirección de la Agencia Antifraude. Tan solo han pasado cuatro días desde la aprobación de la nueva ley que regirá la entidad y Les Corts ya han iniciado el proceso para elegir a la persona que se situará al frente. Por el momento, todo es una incógnita. Las organizaciones sociales de lucha contra la corrupción no han decidido si presentarán un perfil y el nombre de Eduardo Beut sigue sonando como posible.
La elección de nueva dirección de Antifraude quedó bloqueada el pasado mayo en el anterior intento por sacarla adelante por parte de los grupos. Gustavo Segura quedó como único candidato al puesto. Director de Análisis e Investigación de la agencia, era un perfil continuista al tratarse de una persona de la confianza del último director, Joan Llinares. Fue propuesto, por cada una por separado y tras pactarlo, por Acción Cívica contra la Corrupción –presidida por el historiador, periodista y abogado Antonio Penadés–, la Fundación por la Justicia –al frente de la cual se encuentra el magistrado José María Tomás y Tío– y Observatori Ciutadà Contra la Corrupció –constituida por colectivos de izquierda como Acció Cultural del País Valencià, Acicom, Atelier, Ca Revolta, Societat Coral El Micalet o Escola Valenciana–.
Pero pese a ser el único aspirante no logró los apoyos parlamentarios necesarios al votar en contra el PP y Vox. Sólo lo apoyaron Compromís y el PSPV. Inicialmente, había otro perfil. Se trataba de Eduardo Beut, y fue presentado por la Asociación Española de Gestores para la Administración Pública. Exdelegado de la Agencia Tributaria e Inspector de Hacienda, cuenta con un perfil profesional de prestigio en este ámbito y una conocida vinculación con el que fuera presidente de la Generalitat Eduardo Zaplana. El sector de la derecha –e incluso algún verso suelto del PSPV– se esfuerza por remarcar lo primero y argumentan que el hecho de haber sido cercano al exministro no lo invalida para ningún lugar.
Pese a todo, Acción Cívica impugnó esta candidatura al entender que la Asociación de Gestores no tenía capacidad para presentar nombres. A raíz de ello, los servicios jurídicos de Les Corts se pronunciaron para recomendar la exclusión Beut debido a que, concluyeron, no se cumplía el precepto de que esta la asociación proponente fuera "una organización social que trabaje en la actualidad contra el fraude y la corrupción en la Comunitat Valenciana", como establece la ley de Antifraude.
La norma que entonces estaba en vigor marcaba que eran necesarios los tres quintos del Parlamento para que el nombre saliera adelante. Con el actual escenario de bloques y de enfrentamiento entre los grupos, parecía improbable un acuerdo entre partidos de Gobierno y oposición. El PPCV se mostró abierto a apoyar a Segura si el PSPV y Compromís se sentaban a negociar los órganos estatutarios (la Sindicatura de Comptes, el Consell Jurídic Consultiu, el Consell de Transparencia y el Consell Valencià de Cultura) y el Consejo de Administración de À Punt.
La condición que ponían los socialistas y Compromís era que el PPCV aparte a Vox de las instituciones y de cualquier órgano. Algo inasumible para los populares al ser su socio de Gobierno. Así que sin acuerdo para una cosa no lo hubo para la otra.
Al no salir adelante la candidatura de Segura, de acuerdo con la anterior norma, su nombre queda en teoría descartado para un nuevo proceso. Pero existe el interrogante de que así sea igualmente con la nueva. Es por ello que las asociaciones contra la corrupción no descartan presentarlo otra vez. Algo que en todo caso dependerá de si él quiere puesto que lo más probable es que en ningún caso salga adelante.
Tanto las asociaciones como los grupos parlamentarios tienen una semana presentar candidatos. La novedad es que ahora la derecha podrá sacar a su favorito adelante en solitario, ya que únicamente es necesaria la mayoría absoluta en última instancia con la nueva ley aprobada la semana pasada.
No son pocos los que vaticinan que el nombre de Beut volverá a estar encima de la mesa, si bien es difícil que se impulse por parte de otra asociación y no parecería descabellado que el PP lo propusiera directamente como grupo. Mientras todo se decide, Anselm Bodoque continuará como director en funciones.
