VALÈNCIA. Esperada y deseada era la convención nacional que el PP celebra este fin de semana en València. Esperada porque se trataba del gran evento que el partido tenía marcado en el calendario y en cuya clausura lleva meses trabajando para que sirviera como rearme ideológico. Deseada porque pretendía trasladar un mensaje básico, el de la unidad en torno a Pablo Casado. El objetivo se logró, aunque fuera encima de un escenario, con todos los focos apuntando a él y sólo debido a las palabras de una persona: Isabel Díaz Ayuso.
La gran protagonista de la primera jornada de la cita no lo es, sin embargo, del lugar en el que todo se desarrolla. La Comunitat Valenciana, territorio indispensable para el partido y por ello elegido para el cierre de la convención, quedo momentáneamente en un segundo plano, una vez más, pese a su importancia. Ayuso marcó el ritmo de nuevo. La presidenta madrileña reapareció en el Palau de Les Arts tres horas después de que comenzara el evento casi recién aterrizada de su gira de Estados Unidos. Entre gritos de "¡presidenta!" accedía al auditorio cuando en ese momento hablaba el exsecretario general de la OTAN, Anders Rasmussen.
Cada gesto de ella, por su escasa efusividad, era estudiado. Y en la mesa de presidentes autonómicos zanjó el asunto por el que todo el mundo esperaba. "La presidencia de la Comunidad de Madrid es mi salida y mi meta política. Hoy te quiero decir, Pablo, que tengo meridianamente claro dónde está mi sitio, y que mi sitio es Madrid. Daré lo mejor porque necesitamos que tú llegues a ser el presidente del Gobierno. Mi proyecto político es el tuyo". Una declaración clara y rotunda tras la batalla interna por el control del partido en Madrid. Cierre de filas y auditorio en pie para ovacionarla.
Fue, sin duda, el momento del día. Madrid de nuevo, también en València. Incontrolable. Cada uno allí tenía que ir a su libro. Y el del PPCV es otro. La finalidad de los dirigentes valencianos es erigirse en el empuje de Casado a la Moncloa. El territorio siempre ha sido uno de los principales graneros de votos de la formación, pese a que viviera sus horas más bajas desde 2015 por la pérdida de poder institucional y los casos de corrupción. Uno de los mayores retos de Mazón es recuperar la exhibición de fuerza y de traducirla en la recuperación de la Generalitat.
Él lo ve más factible que hace dos años y maneja sondeos internos favorables. El último tracking con el que cuentan les otorga una horquilla de entre 27 y 30 diputados en Les Corts frente a los 19 actuales. La misma que para el PSPV, que cuenta con 27 escaños en este momento, por lo que se mantendría.
Ciudadanos viviría su gran debacle pasando de 18 parlamentarios a quedarse sin representación con un 4% de los apoyos, mientras que Compromís bajaría de 17 a 14 ó 15 diputados. Unides Podem perdería un escaño, de manera que lograría seguir en Les Corts con 7 representantes. Vox viviría el mayor petardazo y duplicaría sus apoyos, pasando de los 10 de ahora a 20 ó 21.
La distribución de bloques, por tanto, variaría. La izquierda sumaría entre 48 y 50 diputados frente a los 52 de este momento y la derecha se situaría en la horquilla de los 49-51 frente a los 47 actuales. La suma, por tanto, podría darles para gobernar.
La subida de Vox sería, sin duda y de acuerdo con esta tendencia, lo más llamativo. El partido cuenta con un importante número de apoyos en la provincia de Alicante y en València ciudad que resultarían claves.
El tracking de los populares difiere de los últimos que maneja el PSPV. Un sondeo del pasado verano le daba 36 diputados, a Compromís 15 y a Unides Podem 5, por lo que seguirían manteniendo la mayoría.
En todo caso, las citas electorales no parece que serán demasiado próximas y la realidad es muy cambiante. El PPCV interpreta que su tendencia es ascendente y que ésta mejorará considerablemente a comienzos de 2022. Se marca como objetivo los 35 diputados. Desde luego, el reto no es sencillo.
Con estas expectativas internas, Mazón se quiere presentar ante Casado para cumplir con la frase de que la llegada a la Moncloa pasa por la Comunitat Valenciana, por lo que el territorio ha se ser una prioridad en la estrategia nacional. El mitin de este domingo en la Plaza de Toros tendrá claramente ese mensaje.
A la espera de la arenga en el coso, Mazón ya centró su primer discurso de la convención en ello. "No fue una decisión cualquiera hacerla aquí. Necesitábamos esto. Vuestro apoyo y presencia significa que el futuro de España se escribe desde València. Vamos a demostrar en la Plaza de Toros que el pueblo valenciano pide ya un cambio. Vamos a petarlo. Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà", exclamó.
Por su parte, el presidente del PP en la provincia de Valencia, Vicente Mompó, hizo hincapié en que "el éxito de los retos a los que nos enfrentamos depende de volver a ser una nación que trabaje desde y para la unidad, devolver a las instituciones de su fortaleza, y centrar todo ello sobre la base de la libertad y la responsabilidad".
Pero si ya resultó complicado que la Comunitat fuera protagonista frente a Ayuso, sus reivindicaciones todavía quedaron más difuminadas. En la mesa de los presidentes autonómicos, únicamente el dirigente gallego, Alberto Núñez Feijóo, habló de financiación en plena polémica de las autonomías con el Ministerio de Hacienda para negociar sobre los criterios que han de primar en el nuevo modelo que se presente. Así, reconoció que la Comunitat Valenciana y Murcia "necesitan más dinero". Según expresó, "todos están de acuerdo" en materia de financiación autonómica, considerando que el problema es "un sistema que aprobó el PSOE con el tripartito catalán".
Mazón también hizo mención en su intervención. "Pablo, no pido nada nuevo. Soy machacón y reivindicativo: agua, financiación e infraestructuras", indicó. El líder del PPCV remarcó que "la financiación va a ser una batalla complicada porque nuestra tierra está por delante para todos nosotros. Pero esto no es una batalla de esgrima entre presidentes autonómicos para ver quién gana y quién pierde. La Comunidad Valenciana está harta de esperar. No queremos estar por encima de nadie, pero nos hemos cansado de ser los últimos", manifestó. Siguiente parada, la Plaza de Toros.