VALÈNCIA. El nuevo Gobierno conformado por el PPCV y Vox aprobó este lunes su primer proyecto de presupuestos de la legislatura con poco ruido y cifras llamativas. En comparación con las últimas del PSPV, Compromís y Unides Podem, las cuentas de 2024 mantendrán el gasto real –aquel que excluye la deuda–, ya que aumenta un 2,3%, ligeramente por debajo de la previsión de inflación, hasta 22.164 millones de euros. El presupuesto total, incluido el servicio de la deuda, asciende a 29.732 millones, un 4,5% superior al de 2023.
Las inversiones, eso sí, experimentan un recorte importante para, según argumenta el Ejecutivo, hacer más realista la previsión de gasto, ya que buena parte de las presupuestadas en años anteriores y en este 2023 no se ejecutaban, mientras que los gastos corrientes estaban infradotados. De esta forma, según el Ejecutivo que preside Carlos Mazón, el gasto es similar al de 2023 -si descontamos el efecto de la inflación-, pero está más ajustado a la realidad.
Pese hace pocos días el presidente de la Generalitat advirtió de que iban a ser unos presupuestos "muy duros", las cuentas presentadas no aparentaban tal dureza, salvo en los capítulos de inversiones. "Ha costado, pero ha sido un milagro", comentaba algún alto cargo este lunes. La titular de Hacienda, Ruth Merino, entregó las cuentas en Les Corts, como es tradicional, para posteriormente ofrecer la rueda de prensa de presentación. El nuevo Ejecutivo las ha aprobado un día antes de que finalice el plazo legal, que está fijado en el 31 de octubre.
Las negociaciones han transcurrido en un absoluto silencio pese a los habituales tiras y afloja –que han existido– entre socios del Consell y entre Hacienda y el resto de departamentos. Poco que ver con la etapa anterior, donde las formaciones de izquierdas –especialmente Compromís– peleaban cada euro y el cierre de los presupuestos siempre era a última hora y con tensos enfrentamientos que trascendían públicamente.
El "milagro" del que hablaban desde la Generalitat se explica por un volumen de ingresos que supera el de 2023 a pesar de haber eliminado la partida ficticia de 1.336 millones que los gobiernos de Ximo Puig mantuvieron durante ocho años bajo la denominación de "reivindicativa".
El principal factor que ha permitido el aumento de ingresos es el incremento del 1,6% de las transferencias del Estado. Es decir, las entregas a cuenta y la liquidación de 2022. Dado que el Gobierno no ha facilitado estas cifras, el departamento que dirige Ruth Merino ha trabajado con estimaciones y se ha basado especialmente en las de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). De un lado, se encuentra la liquidación del sistema de financiación autonómica del ejercicio 2022 -se efectúa dos años después-, cifrada en 2.719 millones de euros, 832 millones más que la de 2021 que llegó este año.
De otro, las entregas a cuenta del próximo año, con 12.799 millones, 1.146 más, gracias a los fuertes aumentos previstos en recaudación por IRPF e IVA, superiores al 12%. En total, del Sistema de Financiación Autonómica se esperan 1.978 millones más que en 2023, cifra que, a diferencia de otros años, no es segura por la negativa de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de facilitar esos datos a las CCAA, por estar en funciones.
La previsión de recaudación de impuestos también se incrementa pese a que como detalle destacado en estos presupuestos aparece la reforma fiscal emprendida por el PP. La supresión del impuesto de Sucesiones y Donaciones para familiares de primer y segundo grado supone que la recaudación para 2024 se cifre en 180 millones, un 54% menos respecto a 2023 (que se situó en 392 millones).
Con todo, el Gobierno valenciano ha colado varias partidas 'reivindicativas' y, por tanto, ficticias mientras el Gobierno no las incluya en los Presupuestos Generales del Estado. Así, si bien ha suprimido la partida reivindicativa made in Botànic de 1.336 millones de euros para compensar la infrafinanciación autonómica por el retraso en la reforma del sistema, ha incrementado de 800 a 926 millones la de la deuda que la Generalitat le reclama al Ejecutivo central por la atención sanitaria a pacientes desplazados, el conocido como Fondo de Garantía Asistencial (Foga), que está pendiente de pago desde hace años. El Gobierno de Sánchez solo reconoce una deuda de 80 millones, una décima parte de lo que ya reclamaba el anterior jefe del Consell, Ximo Puig.
También ha incluido la partida reivindicativa para que el Gobierno central salde la deuda por la infrafinanciación del 50% del coste de la dependencia, y que pasa de 462 millones a 520. En total, 1.446 millones que no están asegurados. No obstante, en este segundo caso el Gobierno sí ha ido incrementando año a año su aportación, que debería ser del 50% desde el primer año, por lo que es una incógnita qué partida incluirá en los Presupuestos Generales del Estado de 2024.
Por último, los ingresos crecen en 463,72 millones por una partida denominada "Transferencia compensación recaudación IVA e IEE", que corresponde, según ha publicado el diario Expansión, a una reclamación por parte del Consell de una compensación por el dinero dejado de percibir debido a la rebaja del IVA y el Impuesto Especial de Electricidad aprobados por el Gobierno hace dos años. Que se sepa, el Ejecutivo de Pedro Sánchez no tiene ninguna intención de compensar a las CCAA por esas rebajas fiscales que este año se han extendido a los alimentos básicos.
En el apartado de gastos, destaca la cifra récord de 8.817 millones en personal (capítulo I), con un aumento de un 7% respecto a 2023. Se debe no sólo a la subida de sueldos de los funcionarios por la inflación –además de la no computada en los Presupuestos de 2023 que se va a pagar este noviembre–, sino a la absorción del personal de las áreas sanitarias de Dénia y Manises a partir de mayo por las reversiones, así como el aumento del personal docente que aprobó el Botànic en el último año.
En cuanto a las compras de bienes corrientes y gastos de funcionamiento (capítulo II) para el conjunto de la Generalitat, se mantienen respecto a este año y alcanzan los 3.797 millones.
Los capítulos que más bajan, como adelantó Castellón Plaza, son el VI y el VII: inversiones reales y transferencias de capital. Se reducen un 17,7% y 22,5% respectivamente en comparación con 2023. La explicación que da el Consell es que han dibujado una cifra más cercana a la ejecución real, que siempre está por debajo del presupuesto debido, entre otras cosas, a los plazos de tramitación de los expedientes de obras públicas.
Por consellerias, y tras haber cambiado la estructura del Ejecutivo autonómico al reducirse y fusionarse departamentos, la que más presupuesto tiene es Sanidad. Sube en un 2,9% el gasto, de los 8.258 millones a los 8.504 millones (246 millones más). El gasto real de este departamento equivale al 37% del presupuesto total.
Le sigue Educación, Universidades y Empleo con 6.871,3 millones (un 1,2% más) y Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda con 2.811,4 millones (un 0,9% más). Estos tres departamentos concentran el 83% del Presupuesto de la Generalitat para el próximo año.
Junto a estas áreas, aumenta también el presupuesto de Presidencia, que con 183,9 millones sube un 0,3% respecto a 2023, y el de la Conselleria de Justicia e Interior contará con 760,79 millones (un 2,9% más). La Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca dispondrá para 2024 de un presupuesto de 344,54 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,5% con respecto a 2023.
Por contra, un total de cuatro consellerias pierden presupuesto. La Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura y Deporte contará con 220,82 millones, lo que supone un descenso del 5,1 %, respecto a 2023. También baja la Conselleria de Hacienda, Economía y Administración Pública, que dispondrá de 469,75 millones de euros, un 14,8% menos que este año.
Las más perjudicada será la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, que con un presupuesto de 633,55 millones de euros, verá minorados sus recursos en un 33,9% respecto a 2023. Por último, la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo contará para 2024 con un presupuesto de 530,22 millones, lo que representa un 15,6% menos que este año.
La titular de Hacienda, Ruth Merino, explicó que el presupuesto de gasto de las consellerias para 2024 está especialmente condicionado por el acusado descenso del 54% en los Fondos Europeos, que pasan de 1.164 millones de euros en 2023 a 530 millones en 2024. La caída es de 633 millones de euros en un solo año, un 54% menos, sumando los recursos del Programa Operativo 2014-20 y 2021-27, el fondo REACT EU y MRR.
La consellera señaló que a la hora de analizar las inversiones, conviene tener en cuenta que durante el ejercicio se van a gestionar no solo los créditos incluidos inicialmente en el Presupuesto de 2024, sino también los remanentes de crédito de los fondos del MRR que se pongan de manifiesto en la liquidación del presupuesto de 2023. Esto es, todo aquel que no haya llegado a fase de obligación reconocida a 31 de diciembre de 2023.
A 30 de septiembre de este año, esos remanentes ascendían en total a 1.176 millones de euros en áreas como Infraestructuras, cuyos remanentes a esa fecha eran de 144 millones de euros, o Innovación, con 59 millones de euros. También son relevantes los 206 millones de euros de la Conselleria de Hacienda vinculados a la DGTIC.
Según detalló Merino, la baja ejecución del anterior Consell de los fondos del MRR se ha traducido en la práctica en un mayor potencial de inversión de algunas conselleries del que refleja el presupuesto inicial. Cuando se produzca la liquidación del ejercicio 2023, previsiblemente en febrero del próximo año, esas cantidades pendientes se incorporarán al presupuesto de 2024 aumentando así su capacidad real de inversión.
Como sucede año tras año, la elevada deuda de la Generalitat es una de las cifras más destacadas de las cuentas. El servicio de la deuda asciende a los 7.948,3 millones, un 20% más. Son los vencimientos que se producirán a lo largo del año, que serán afrontados por nuevos préstamos del Estado, por lo que en lo que respecta al Presupuesto el efecto es neutro.
Lo que no es neutro son los intereses de esa deuda, que con la subida de los tipos de interés se han disparado, lo que representa un lastre en la capacidad de gasto de la Generalitat, como les ha ocurrido a miles de familias. Así, los gastos financieros (capítulo III) pasan de 464 millones presupuestado este año a 963 millones en 2024. De ellos, el gasto por intereses de la deuda se dispara un 112% y representa 870 millones, que en su inmensa mayoría irán a parar a las arcas del Estado.
El Ejecutivo autonómico llega a un acuerdo con el central por el artículo que todavía permitía los contratos por obra y servicio, que chocaba con la reforma laboral