El precio de la vivienda de alquiler bate récords

El alquiler de la vivienda sube un veintiocho por ciento en Valencia. Parece que los políticos todavía no han aprendido que las trabas, la burocracia, las prohibiciones y las restricciones acaban perjudicando al ciudadano; y que el mejor termómetro para regular los precios a la baja siempre es la libre competencia.

Como nuestros políticos nunca han gestionado una empresa privada, parece que no saben que hay que controlar muy bien los gastos para que éstos no sean superiores a los ingresos. Como nuestros políticos nunca han gestionado una empresa privada, parece que no saben que si no ofreces un buen producto o servicio acabarás cerrando porque tus clientes se irán a la competencia.

Nuestros políticos solo tienen experiencia en la gestión de empresas públicas, donde la calidad del servicio no es importante, porque no hay competencia. Donde el control del gasto no es importante, porque si entran en déficit simplemente tienen que subir los impuestos a los ciudadanos.

En Valencia hay dos grandes trabas que están frenando la construcción de nuevas viviendas: el altísimo gasto en impuestos y la incertidumbre de cuándo te darán la licencia de obra. La mayoría de los promotores inmobiliarios no pueden permitirse comprar un solar y tenerlo parado varios años, a la espera de una licencia de actividad que nunca llega.

Los ayuntamientos tienen suelo propio, no tienen que pagar impuestos, no tienen que esperar a la licencia de actividad… Si quieren regular el precio de alquiler y compra de viviendas, ¿por qué no construyen ellos viviendas de protección oficial?

La realidad es que al limitar el precio del alquiler muchos propietarios han decidido retirar sus viviendas del mercado porque les reporta más riesgos que beneficios. Con una ley que beneficia a los okupas, los propietarios pueden tardar años en desalojar a un inquilino que no paga, teniendo que asumir el coste de luz, agua y gas durante este tiempo.

Limitar el precio del alquiler ha conseguido lo contrario a lo que se proponían: al reducirse el número de viviendas en alquiler el precio ha subido de manera desproporcionada.

Algunas medidas que bajarían en poco tiempo el precio del alquiler:

-Conceder las licencias de obras en 30 días.

-Bajar el precio de la licencia de obra a las viviendas que después se destinen a alquiler durante un mínimo de 10 años.

-Crear una unidad especial para desalojar a los okupas en 48 horas y poner penas de prisión para los que okupen de manera ilegal.

-Ofrecer seguridad jurídica a las grandes empresas para que inviertan su dinero en viviendas destinadas al alquiler. Si tienen la garantía de que van a obtener rentabilidad y no se los persiguen como ocurre ahora, destinaran sus recursos a comprar viviendas en vez de invertirlo en otros activos.

-Incentivar la creación de fondos de inversión dedicados al alquiler de vivienda. Fondos abiertos a cualquier persona que quiera invertir sus ahorros, para que los ciudadanos puedan invertir su dinero en estos fondos y reciban una parte proporcional de los ingresos de los alquileres, con la garantía que el dinero invertido en estos fondos tienen la garantía de las viviendas que después alquilan.

Estas medidas multiplicarían en pocos años el número de viviendas destinadas al alquiler y el precio bajaría sin necesidad de ser regulado. El proteccionismo queda muy bien para titulares de noticia, pero es catastrófico para el bolsillo de los ciudadanos. A los ciudadanos lo que les interesa es recibir el mejor servicio al menor precio posible. Esto lo tienen asumido las empresas, pero no los políticos, por eso en la política necesitamos más personas expertas en gestión y menos iluminados.

Warren Buffett dijo: "Ser valientes nos permitirá poder ir un paso más allá de donde otros jamás llegaron".

Sara Palma es candidata a la alcaldía de Paterna por el PP