VALÈNCIA (EFE). La compra de una sociedad en Luxemburgo para residenciar dinero obtenido de forma delictiva y pagos a cuentas en el extranjero, como Estados Unidos y Francia, para ocultar dinero procedente de comisiones ilícitas son algunas de las vías que se están investigando en el caso Azud.
Así lo refleja el sumario de este caso, que investiga el cobro de comisiones ilegales relacionadas con operaciones urbanísticas y adjudicaciones de contratos principalmente en el Ayuntamiento de València durante el mandato del PP, y al que ha tenido acceso EFE.
Las investigaciones policiales han detectado la compra de una sociedad inactiva en Luxemburgo, en la que el contrato señalaba en su cláusula la palabra "secreto" y se indicaba que el fiduciario no revelaría la identidad del mandante.
El titular real sería, según la documentación recabada en el sumario, el empresario Jaime Febrer, que habría aportado capital inicial en el que señalaba que dicho metálico no estaba vinculado directa o indirectamente a ninguna actividad delictiva.
El objetivo de la adquisición de esta sociedad de Luxemburgo era, según la documentación, residenciar dinero obtenido de forma delictiva, dentro de la estructura creada por Febrer, que incluía sociedades interpuestas para ocultar el dinero en metálico y su trazabilidad y "distraer del circuito económico" ese efectivo.
Durante las investigaciones se ha recurrido a la cooperación internacional y se ha solicitado una comisión rogatoria a Estados Unidos, domicilio de una de las hijas del exvicealcalde de València Alfonso Grau, casada con un ciudadano norteamericano.
La documentación incautada a Febrer y su grupo de sociedades ha permitido conocer cómo el abono de los pagos efectuados a Grau se habría canalizado a través de una cuenta abierta a nombre de su hija y de su marido en Estados Unidos.
El sumario considera que dicha cuenta está vinculada a pagos realizados a su padre por su participación en adjudicaciones y contrataciones públicas, y que para ocultar dicho pago se utilizó una cuenta en el extranjero a nombre de terceras personas.
Asimismo, se ha constatado cómo una cuenta abierta en el Citibank, también a nombre de su hija, recibió durante varios años ingresos fraccionados en días sucesivos por importes inferiores a 3.000 euros de origen desconocido y presuntamente delictivo por los hechos atribuidos a Grau, de forma que ese metálico era enviado a otra cuenta bancaria en Estados Unidos.
También se ha pedido una orden europea de investigación en territorio francés, ya que otra de las hijas de Alfonso Grau intentó abrir una cuenta corriente en una sucursal bancaria francesa, si bien le fue denegada por aportar "documentación falsa sobre el origen del dinero", según el sumario.
Dicha acción fue realizada en 2015 y coincidió con la clausura de la caja de seguridad que mantenía su padre en España, por lo que se ha pedido información precisa sobre dicha denegación y para comprobar si efectivamente logró abrir cuenta en dicho país en otra entidad bancaria.
El sumario recoge que Grau alquiló tres cajas de seguridad en entidades bancarias, en las que constaban como autorizadas sus hijas, para guardar el dinero en efectivo que se le entregaba como pago de las comisiones ilícitas previamente pactadas.