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La crisis en Ford arrastra al resto del sector con el cierre de varias empresas

El tsunami en la automoción valenciana

Foto: MARGA FERRER
8/01/2024 - 

VALÈNCIA. La automoción lleva años conteniendo la respiración y navegando sobre aguas turbulentas. Aunque el sector ha intentado anticiparse a los cambios, transformándose y dirigiéndose hacia lo que el mercado y la demanda parecía que exigían, el futuro no es nada halagüeño. Prueba de ello es la decisión anunciada a finales de diciembre de la compañía Lear de cesar su actividad en Almussafes. Y no ha sido la única que ha bajado la persiana. Y es que, aunque el camino claro, las condiciones no han acompañado y el automóvil ha acabado inmerso en un fuerte tsunami que ha dejado varado a todo un tejido empresarial que sobrevive a remolque. 

La electrificación se erigía como el nuevo paradigma de la movilidad y el objetivo al que aspira la automoción a nivel mundial. De hecho, la mayoría de fabricantes está ya haciendo los deberes, lanzando al mercado flota eléctrica o construyendo gigafactorías de celdas de baterías para suministrar a sus vehículos. Sin embargo, esa reorientación no está acompasada con una buena infraestructura que anime a la demanda. Tampoco está siendo fácil esa readaptación en un contexto mundial inflacionista y de falta de materiales y componentes en el mercado. 

A priori, Bruselas había fijado la prohibición de vender coches de motor de combustión, diésel y gasolina, a partir de 2035, pero ya se escuchan voces que piden que se amplíe el plazo porque la pandemia y la invasión de Ucrania han propiciado dos grandes crisis que han ralentizado inversiones y planes. Y todo ello mientras China pisa los talones. 

Además, la demanda tampoco está acompañando por el alto precio de los coches eléctricos. Unas ventas que han provocado que las empresas rediseñen estrategias. Y este es el caso de Ford, que ha frenado sin fecha la electrificación de Almussafes. Y si la firma del óvalo enferma, la industria auxiliar se resiente porque, aunque cada vez más las empresas han intentado minimizar su dependencia de la multinacional, Ford sigue llevando el peso del automóvil valenciano a la espera de que Volkswagen construya su gigafactoría en Sagunt. Un proyecto que no estará listo hasta 2026.

Foto: MARGA FERRER

Los efectos de la difícil situación del automóvil valenciano son ya evidentes con cierres y despidos masivos. En los últimos meses se han conocido el fin de la actividad de SAS, proveedor de salpicaderos a Ford; y el de Lear, fabricante de asientos, que ha cerrado un ERE que afectará a sus 159 trabajadores. "Lear cesa su actividad productiva definitivamente con motivo de la finalización de la producción de la furgoneta Ford Transit Connect y la incertidumbre de nuevos modelos a futuro", explicaba la firma en un comunicado.

También, Rhenus Automotive, proveedora de Ford, ha anunciado el cierre de su fábrica y un ERE sobre sus 118 trabajadores, tras haber perdido las áreas asignadas por Ford para la furgoneta Transit, que dejará de fabricarse en la planta valenciana. Además, la multinacional prevé llevarse a otra empresa los trabajos que realiza ahora para el modelo Kuga.

Sin noticias de Ford

Mientras esta cascada de cierres se produce, Ford Almussafes no despeja su futuro. El director de Operaciones de la firma, Kumar Galhotra, y su equipo de Estados Unidos visitaban hace unos meses las instalaciones valencianas y comunicaban a los sindicatos que "aplazan cualquier decisión que tenga que ver con inversiones relacionadas con la electrificación" ante las malas ventas de los coches eléctricos en el mercado. Una decisión que supone pausar la llegada de nueva carga de trabajo a la factoría.

Eso sí, desde la multinacional subrayan a este diario que esta situación en ningún caso supone que la electrificación no se vaya a acometer, sino que se va a retrasar. "Anteriormente hemos dicho que a medida que el mercado y nuestros clientes hagan la transición a los vehículos eléctricos, equilibraremos el volumen con la demanda manteniendo el enfoque en costes", inciden desde Ford. Un retraso que afecta a los planes de todos sus proveedores.

Pero no solo la crisis de Ford afecta al automóvil valenciano, sino el propio proceso de electrificación. Según cálculos del propio sector, para la producción de eléctricos se precisa un 30% menos de mano de obra que para los de combustión o híbridos, por lo que también las grandes marcas adelgazaran estructuras. De hecho, la propia Ford ya ha cerrado un ERE en Almussafes que ha afectado a más de 1.000 trabajadores, dejando a la factoría en mínimos históricos de personal.

"Llevo anunciando desde hace tres años lo que iba a pasar. La electrificación es necesaria, pero también lo es flexibilizar los tiempos para que ese proceso no se convierta en un auténtico drama a nivel industrial y de empleo", remarca Toni González, alcalde de Almussafes. "La nueva motorización lleva menos componentes y, por tanto, eso afectará al empleo porque se simplificará la producción de los vehículos. Y ello también tendrá un efecto arrastre para la industria auxiliar del automóvil". 

Foto: KIKE TABERNER

En Almussafes, González calcula que ya se han destruido en los últimos años cerca de 3.000 empleos. "La automoción ha llegado a ser el 10% del PIB en la Comunitat y en estos momentos no llega ni al 6%", lamenta. El alcalde también reclama planes de formación e inserción laboral para el mantenimiento del empleo ante los "probables" cierres de empresas, y se pregunta si podría haber acuerdos de empleabilidad para el entorno industrial de Sagunto, donde se levantará la gigafactoría de celdas de baterías de Volkswagen.

Pero, además, reclama a Bruselas una mejor planificación y flexibilizar los tiempos para la descarbonización total del sector. "Hay un problema a nivel europeo y es que el vehículo eléctrico se vende poco y es muy caro y, mientras tanto, existe una competencia brutal del sudeste asiático que fabrica coches sin las exigencias de cero emisiones que sí se le exige a la industria europea", subraya. A su juicio, esta situación genera una gran desventaja competitiva, por lo que cree que se debería incentivar la compra de estos vehículos y crear un marco normativo homogéneo a nivel mundial.

Diversificación del sector

Ante esta situación, son muchas las empresas que están buscando nuevos mercados o diversificando el negocio hacia otros sectores para mantener el negocio. Este es el caso de Infamol, Nutai, Industrias Ochoa, Weidner Ibérica, IT8 y SPAG, seis firman que hace unas semanas participaron en una misión comercial al estado mexicano de Guanajuato para encontrar nuevas oportunidades de negocio. Muchas firmas, aprendieron de la crisis de 2008, y ya han diversificado su cartera de clientes a otros sectores como el aeronáutico, ferroviario, energías renovables, agroalimentario o maquinaria y una parte de ella trabaja con actividades ajenas a la planta de Almussafes.

Además, desde el Clúster de la Automoción de la Comunitat Valenciana (AVIA) se ha incentivado la ampliación de los portfolios a través del Mobility Innovation Valencia (MIV) y la aceleradora puesta en marcha con Valencia Startup. Además, la gigafactoría de Volkswagen en Sagunt también abre un nuevo abanico, ya que se tendrá que generar un nuevo ecosistema industrial en torno a la fábrica. 

"Somos conscientes de que la espera de Ford provoca incertidumbre en el sector. Desde el Cúster AVIA nuestra posición es la de poner en valor a las empresas, preparadas para abordar cualquier proyecto, así como a otras empresas, entidades y agentes del ecosistema con los que ya estamos colaborando y que están sobradamente cualificados para abordar nuevos retos", remarcan desde el Clúster. "Y, por eso, estamos trabajando, en convertir a la Comunitat Valenciana en un territorio innovador, epicentro de la movilidad internacional del futuro", incide.

Vista aérea del área industrial de Almussafes. Foto: Ajuntament d'Almussafes

Tanto es así que desde Avia y la Federación Empresarial Metalúrgica Valencia (Femeval) han fijado una estrategia conjunta para salvaguardar a la industria del automóvil. Así, generarán servicios conjuntos en áreas de transformación digital, innovación, eficiencia energética, sostenibilidad ambiental y social, economía circular, talento y prevención de riesgos laborales, ha informado la patronal del metal. Esta unión de sinergias permitirá, a su vez, identificar capacidades diferenciales que aporten soluciones a las empresas del metal para que aprovechen las oportunidades de la nueva movilidad inteligente y sostenible.

También, desde los sindicatos están presionando al Consell para buscar fórmulas que minimicen el impacto de la actual incertidumbre. Así, representantes de CCOO PV reclamaron a la consellera de Industria, Nuria Montes, la creación de una mesa sectorial para abordar las demandas específicas del sector del automóvil y "frenar la destrucción de empleo". 

Con todo, el sector busca rearmarse ante los cambios que están por llegar. Pero también es necesario que la Administración actúe. "Necesitamos un acuerdo y una acción coordinada a nivel, local, autonómico, estatal y europeo para ganar competitividad y acabar con esta situación", subraya Toni González. El automóvil se desangra y son muchas las familias que están en vilo en medio de un tsunami que genera un futuro sombrío.

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