VALÈNCIA. Una vivienda en propiedad, de entre 76 y 90 metros cuadrados, con tres habitaciones y en un edificio en el que cohabitan al menos otros diez vecinos. Ese es el perfil que dibuja el Instituto Nacional de Estadística (INE) para el hogar más común en la Comunitat Valenciana, aunque sus características, por supuesto, oscilan en función de factores como la renta o el tipo de municipio. Así pues, en las grandes localidades costeras asociadas al veraneo se multiplica el número de domicilios en alquiler, una modalidad de tenencia que decrece en cambio entre las familias de ingresos altos, que a su vez tienen más posibilidades de permitirse una segunda casa.
Las cifras del INE, publicadas recientemente en la Encuesta de Características Esenciales de la Población y las Viviendas de 2021, ofrecen información sobre las primeras residencias de los hogares de toda España y permiten, asimismo, analizar cómo ha evolucionado la situación de la vivienda valenciana en relación a décadas anteriores. De este modo, es posible observar cómo el número de hogares hipotecados se ha reducido desde 2011 en cerca de un 25%, mientras que la tenencia en alquiler se ha incrementado casi un 40 %.
Esta situación, unida al aumento moderado de los domicilios ya pagados y de aquellos recibidos en herencia, reflejaría así un cambio de tendencia en el acceso de la población a la vivienda, todo ello en un contexto marcado por el encarecimiento de los precios inmobiliarios y las dificultades de las generaciones más jóvenes para adquirir una casa. Los hogares en propiedad, aun así, siguen siendo todavía la opción más frecuente tanto en suelo valenciano como en toda España pese al avance del alquiler, que ya representa más del 14 % del total de domicilios por el 10,5 % de 2011.
Más allá de los datos generales, la renta aparece como uno de los grandes factores que determinan el régimen de tenencia de la vivienda, ya que solo el 7,7 % de los hogares valencianos con ingresos mensuales superiores a los 5.000 euros netos está de alquiler, por el 18,7 % de quienes ingresan entre 500 y 1.000 euros. De igual manera, las hipotecas crecen progresivamente entre los distintos tramos de renta hasta alcanzar casi al 44 % de los hogares en las unidades familiares con una renta mensual de entre 3.000 y 5.000 euros, aunque en los casos de mayor poder adquisitivo ese porcentaje cae en picado hasta el 28 %.
La geografía influiría igualmente en este sentido, ya que en Benidorm lo más frecuente es que la vivienda principal sea de alquiler (38,1 %) a la vez que en Torrevieja (26,1 %) y Gandia (20,1 %), dos ciudades muy relacionadas también con el turismo, este tipo de régimen presenta porcentajes más elevados que en el resto de grandes ciudades. Una realidad similar podría reflejarse también a nivel estatal, ya que Baleares (23,4 %) y Canarias (22,1 %) son junto a Cataluña (23,2 %) y Melilla (31 %) las regiones donde más domicilios son alquilados.
En términos globales, el dato de las viviendas en alquiler en la Comunitat Valenciana (14,2 %) sería inferior al arrojado por el conjunto del país, que representa al 15,9 % del total, mientras que el peso de los hogares valencianos hipotecados o ya pagados supera al de España. El tamaño de las viviendas, además, sería mayor en suelo valenciano que en otras autonomías: más de la mitad tienen en la Comunitat al menos 91 metros cuadrados, mientras que en la media nacional no se alcanza el 45 % del total de los domicilios registrados.
Algo similar sucede con el número de habitaciones, ya que en la mayoría de autonomías la proporción de residencias con una o dos de estas estancias es mayor que en la Comunitat, donde en cambio tienen más peso que en la media las viviendas con tres o cuatro habitaciones. En cambio, en cuanto al tipo de domicilio, es más habitual encontrar adosados o unifamiliares en otras regiones (33,1 % sobre el total) que en territorio valenciano (28,7 %), a la vez que, en relación a la media, la concentración de hogares en las grandes ciudades provoca que el peso de los grandes edificios de al menos diez viviendas sea mayor en la Comunitat Valenciana (56,1 %) que en la media del país (51,8 %).
Por otro lado, los datos del INE también se detienen sobre aquellas unidades familiares que poseen una segunda residencia, que en el caso de la autonomía valenciana son un 16,7 % del total. Es un porcentaje que mejoran hasta seis comunidades, entre ellas Madrid (22,1 %), País Vasco (19,3 %) o Aragón (21,7 %), aunque la Comunitat está aun así por encima de la media, que es de un 15,5 %. En este sentido, son de nuevo las islas, Canarias (9,6 %) y Baleares (10,6 %), las que tienen una menor cantidad de segundas residencias para sus núcleos familiares.
En el caso de la Comunitat Valenciana, se evidencia además cómo el mayor porcentaje de segundas residencias se concentra entre las rentas más altas. Así, hasta un 31,4 % de los hogares que ingresan más de 5.000 euros poseen una, un registro que decrece progresivamente conforme disminuye el tren de vida. En las viviendas valencianas que ingresan entre 1.500 y 2.000 euros, de hecho, el dato ya cae al 16,6 %, y es incluso inferior en las rentas más bajas.
Por ciudades, son los grandes municipios de las provincias de Valencia y de Castellón donde más hogares tienen una segunda residencia. En concreto, en Castelló de la Plana son casi uno de cada cuatro núcleos familiares, la mayor proporción por delante de València (23,1 %) y Vila-real (22 %). En cambio, los menores porcentajes se dan en Orihuela (9,4 %), Torrevieja (9,1 %) y San Vicente del Raspeig (8 %).
