CASTELLÓ. El Grupo Esmalglass-Itaca-Fritta ha conseguido desarrollar e implantar para el sector cerámico la solución DigitalGlass, la nueva familia de esmaltes digitales en base agua. A diferencia de los esmaltes tradicionales más utilizados hasta ahora, de base solvente, la nueva solución DigitalGlass consigue reducir hasta diez veces el consumo de agua, con todos los beneficios medioambientales y de producción que ello conlleva para sus clientes del sector cerámico.
Con la consolidación de DigitalGlass, el grupo Esmalglass-Itaca-Fritta, que recientemente ha creado la marca Altadia tras su fusión con Ferro, apuesta por la innovación siendo un actor protagonista en las transformaciones del sector cerámico, de nuevo con una innovación de gran calado global. A través del agua y de la tecnología digital, ahora es posible conseguir una cerámica más respetuosa con el medio ambiente y más eficiente, con un proceso productivo digital y eco-sostenible que ahorra agua y recursos económicos a los numerosos clientes del sector que confían en la multinacional .
“DigitalGlass es la culminación de más de diez años de trabajo y esfuerzo para ofrecer al sector cerámico una innovación que supone una nueva revolución”, explica en un comunicado Davide Zannoni, Inkjet Product Manager de Esmalglass-Itaca-Fritta. Y es que, pese a que la solución ya está implementada en el mercado, el grupo lleva cerca una década desarrollando la nueva familia de esmaltes digitales en base agua. Tras la instauración del Full-Digital (impresión en cerámica con procesos íntegramente digitales), el grupo con sede en Vila-real patentó en 2012 los esmaltes digitales con base agua. Un año después, se desarrollaron las primeras máquinas y cabezales para trabajar con esmaltes digitales en base agua. Tras la consolidación del Full-Digital, “a partir de 2019 varios clientes han conseguido implantar con éxito la solución DigitalGlass en sus líneas de producción, que se realiza íntegramente con nuestros esmaltes digitales en base agua”, añade Zannoni.
DigitalGlass supone todo un hito, una nueva revolución para transformar el sector cerámico. Esta innovación supone cuatro grandes oportunidades tanto para el cliente como para el medio ambiente. Por un lado, la reducción de emisiones e impacto ambiental, ya que además de reducir hasta diez veces el consumo de agua con respecto a los esmaltes tradicionales, también se eliminan los materiales sobrantes, desperdicios u olores fuertes.
Por otra parte, otro beneficio es la reducción de costes operativos y logísticos, ya que al no generarse residuos solo se utiliza el material necesario en la aplicación, que permite también optimizar el ahorro en almacenaje y personal. También, la mejora de la calidad y estética del producto, ya que se consiguen acabados más naturales al realizarse la aplicación de los esmaltes digitales base agua de forma sincronizada con el resto de aplicaciones digitales. Por último, otro punto a favor de esta innovación es la reducción del time-to-market, ya que al reducirse los materiales utilizados los modelajes se realizan más rápido y responde de forma ágil a la demanda del mercado.