Hoy es 3 de diciembre

a debate en el sexto foro de 'Smart Business: Innovación&Valores' de Cámara de Castellón

¿Estamos preparados para consumir alimentos transgénicos?

25/11/2021 - 

CASTELLÓ. El sexto foro de SmartBusiness: Innovación&Valores que organiza la Cámara de Comercio de Castellón debatirá sobre las nuevas tecnologías de edición genética aplicadas al sector agroalimentario. Para ello, contará con investigadores de diferentes entidades públicas y privadas, entre ellas la Universidad de Berkeley, IVIA, AVASA, GVA y GCM Citrus.

Dos voces autorizadas en el sector citrícola de la Comunitat Valenciana y expertos en modificación genética de plantas, como son la doctora Magdalena Cervera, directora del área de I+D Biotecnología de GCM Citrus -corporación que reúne a cuatro de las grandes empresas productoras y comercializadoras de cítricos españolas- y el doctor José Cuenca, director general de la Agrupación de Viveristas de Agrios, adelantan algunas de las cuestiones que se plantearán el próximo 2 de diciembre en el encuentro con el que se clausurará la primera edición de esta primera entrega del ciclo internacional de conferencias que ya prepara su segunda edición para el 2022.

Ambos expertos, quienes coincidieron en proyectos científicos durante años en el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias -IVIA-, convergen en que el sector citrícola valenciano está totalmente preparado para aceptar y favorecer estas innovaciones en la mejora genética de nuestras variedades cítricas.

Europa se mantiene prudente

Desde hace décadas la industria agraria está aplicando técnicas de ingeniería genética para desarrollar plantas tolerantes a herbicidas, resistentes a insectos o, incluso, capaces de tolerar una climatología adversa con la finalidad de mejorar la producción de sus cultivos. ¿Está el mercado preparado para confiar en estas alteraciones en alimentos o se mantiene todavía prudente?

A este respecto Magdalena Cervera, bioquímica especializada en el campo del cultivo in vitro y la transformación genética de plantas, en concreto de cítricos, y líder del área biotec de GCM Citrus con sede en València, señala que “las técnicas biotecnológicas actuales han generado resultados palpables desde hace más de 20 años. Aun así, es cierto que el mercado europeo no está preparado para el consumo de alimentos transgénicos; en general, sigue existiendo un rechazo visceral hacia la legalización y comercialización de estos productos. Reticencias relacionadas fundamentalmente con el aspecto medioambiental y socioeconómico del impacto de los transgénicos han llevado a Europa a mantenerse fuera del ámbito de las nuevas tecnologías. Y esto a pesar de que, a nivel legal, está perfectamente regulado el uso y el etiquetado de los alimentos transgénicos. Esto no ha sido así en otros países, como EE UU, China o India, que han ido estudiando caso por caso y normativizando la aparición y consumo de productos transgénicos”.

Sobre esta misma cuestión, el también investigador en biotecnología aplicada a las plantas, José Cuenca, actualmente al frente de la agrupación de viveristas de cítricos -AVASA- asume que “es necesario informar a los consumidores sobre el origen de los alimentos para que cada uno tome sus propias decisiones a la hora de consumir. De hecho, los consumidores, en general, no sabrían definir qué es una planta transgénica, qué es una mutación, qué es un híbrido, etcétera. Las plantas transgénicas no son perjudiciales a priori, solo por el hecho de ser transgénicas. Además, pueden ser de gran ayuda en estos momentos que se habla de sostenibilidad, puesto que, en muchos casos, ayudarían a reducir el uso de plaguicidas, por ejemplo”.

Técnica revolucionaria de edición genética 

La joven tecnología CRISPR, con origen en Elche, gracias a las investigaciones del profesor de la Universidad de Alicante Francisco Mojica, permite de una manera sencilla y económica, la manipulación genética de las plantas a partir de su propio ADN. Esta técnica tiene aplicaciones inmensas, no solo en el sector agrícola, sino también en el campo de la medicina. Desde GMC Citrus la doctora Cervera considera que esta tecnología “efectivamente es muy prometedora como herramienta de mejora genética, al igual que lo son la cisgénesis o la intragénesis, en las que se hace uso de los propios genes de la planta y permiten introducir cambios puntuales mínimos sin alterar el resto del genoma de la variedad. El conocimiento cada vez más profundo de genomas de distintas especies vegetales, gracias en parte al abaratamiento de las técnicas de secuenciación genómica, posibilitan ‘ir al grano‘ en cuanto a la modificación que pretendemos introducir en la planta. GCM Citrus siempre ha estado implicada con el uso más novedoso de la mejora genética convencional y hace unos años decidió también involucrarse en el uso posible de la biotecnología para el desarrollo de nuevas variedades de cítricos.

Laboratorio Biotec de GCM Citrus.

Por su parte, el doctor Cuenca considera que la tecnología CRISPR supone un gran avance precisamente por poder editar el genoma de la planta de una manera rápida y económica. “Creo que puede ser extremadamente útil en investigación más básica y poder trasladar el conocimiento adquirido posteriormente a la aplicación práctica. Sin embargo, esta tecnología todavía tiene límites desde el punto de vista legal en la UE. Aunque este aspecto es previsible que sea revisado”, concluye.

Frutas y verduras a la carta 

La mejora de cultivos mediante la tecnología CRISPR ofrece un nuevo mapa productivo en la obtención de variedades con nuevas características y propiedades que abre un mercado “a la carta”. Al mismo tiempo, este tipo de plantas se alinea de una manera firme con la sostenibilidad del planeta ya que, entre otros factores, sí se ha implementado una mejora respecto a la resistencia a plagas, por lo que el cultivo no precisaría de agroquímicos para defenderse de enfermedades.

Con la solvencia que le otorgan sus 30 años de experiencia profesional en el sector, la doctora Cervera apunta que “estos diseños que se han venido realizando con el uso de otras técnicas de modificación genética ya eran ‘a la carta‘. Pero es cierto que teníamos menos conocimientos génicos y se empleaban genes ajenos a la planta que levantaban miedos y rechazos en el consumidor. Ahora tendremos más posibilidades de juego. Es evidente que la edición génica facilita la generación de cultivos más sostenibles y respetuosos con el medioambiente y con la percepción ética de este tipo de productos”.

José Cuenca, quien combina tradición e innovación desde la agrupación española que lidera, y en la que comercializa más de 200 variedades de cítricos, se mantiene prudente frente a los avances tecnológicos ya que a su juicio “aún existe un gran recorrido entre la situación actual y llegar a mejorar todos los caracteres deseados de una planta. Creo que el uso de esta tecnología será muy útil en principio para investigar las funciones de genes, lo que favorecerá el diseño de nuevas variedades.

En el caso concreto de los cítricos, existen pocos caracteres en los que se conozcan los genes responsables de su expresión, por lo que se requiere todavía mucha investigación en este sentido, y estas nuevas tecnologías pueden ser de gran utilidad”. Sin embargo, el investigador es optimista y confía en que a pesar de que “todavía existen ciertas reticencias en la utilización de tecnologías de ingeniería genética. Seguramente, cuando en un futuro no muy lejano se disponga de variedades mejoradas mediante estas tecnologías, los agricultores valencianos estarán dispuestos a trabajarlas”. 

CRISPR para erradicar el hambre en el mundo

Este tipo de tecnologías podría conseguir zonas de cultivo fértiles en entornos hostiles como áreas desérticas o de frío intenso. ¿Este logro podría ser un paso de gigante para erradicar problemas de pobreza alimentaria en el mundo? “Sí -sostiene la doctora Cervera- estas tecnologías también servirán en un futuro para conseguir plantas que se adapten más fácilmente a un entorno hostil mediante modificaciones en su metabolismo. Pero hay que empezar a trabajar: más que un paso de gigante hay que ir dando pasos pequeños hacia ese objetivo. Como sabemos, además, los problemas de pobreza alimentaria podrían y deberían ser abordados ya desde otras perspectivas; las biotecnologías podrían ayudar evidentemente en el futuro, pero no podemos esperarnos a que sean ellas las que resuelvan el problema actual”.

Mediante esta tecnología, se podría conseguir potencialmente plantas adaptadas a diferentes condiciones climáticas y de suelo, afirma Cuenca, aunque “no sé si sería mucho decir que se podría erradicar el hambre en el mundo, pero sin duda, podría ayudar. En cambio, por otra parte, sí que augura que “este tipo de cultivos pueden ser más sostenibles”. 

Mira aquí el programa del SmartBusiness: Innovación&Valores

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