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coníferas y helechos constituían la base de la comida de los herbívoros en la península

Un estudio identifica en Morella la flora de hace 125 millones de años que alimentaba a dinosaurios

9/04/2024 - 

CASTELLÓ. Desde el origen del estudio de los dinosaurios en la península ibérica, los sedimentos que afloran en la Comarca de Els Ports, y más concretamente, en el área de la localidad de Morella, han sido relevantes por la abundancia de restos fósiles de dinosaurios que habitaron esta región hace unos 125-120 millones de años, durante el Cretácico Inferior.

Sin embargo, a lo largo de las últimas décadas, son escasos los trabajos que han sacado a la luz información referente a la vegetación que conformaría los ecosistemas y, por tanto, una parte importante de la dieta de dinosaurios como Iguanodon o Morelladon. En este sentido, un equipo multidisciplinar e internacional de paleontólogos ha publicado un estudio en el que se da a conocer qué tipo de vegetación formaba parte de los ecosistemas ibéricos con dinosaurios durante el Barremiense superior. Estas investigaciones han sido publicadas recientemente en la prestigiosa revista Cretaceous Research.

En el trabajo, los autores presentan una detallada descripción de los restos palinológicos de uno de los últimos yacimientos localizados en la Concesión Minera Vega del Moll, que además sacó a la luz un nuevo, y aún por estudiar, ejemplar de dinosaurio relacionado con la especie Iguanodon bernissartensis. Un total de 27 géneros de esporas, pólenes, algas y dinoflagelados han podido ser documentados entre la muestra estudiada.

Coníferas y helechos

De esta forma, los datos obtenidos permiten identificar que las comunidades de plantas que acompañaban a las poblaciones de este dinosaurio estaban dominadas por coníferas que podrían alcanzar grandes dimensiones, como el grupo de las extintas Cheirolepidiaceae. Además, estaban acompañadas de helechos arborescentes del grupo de las ciateáceas y otras coníferas que alcanzaron gigantescas alturas pertenecientes al grupo de las podocarpáceas, actualmente restringidas al hemisferio sur. Toda esta vegetación estaría secundada por un denso sotobosque formado por helechos de pequeño tamaño y plantas hepáticas, entre las que se moverían las poblaciones de Iguanodon y otros dinosaurios de costumbres gregarias.

Por otro lado, en este trabajo de investigación también se ha estudiado el ambiente sobre el que se depositaron los materiales que dieron lugar al yacimiento y se ha discutido su relación con los ambientes sedimentarios de otras localidades europeas en las que también se han hallado restos fósiles del dinosaurio Iguanodon bernissartensis. En concreto, la evidencia fósil tanto florística como sedimentológica indica que el ecosistema en esta región peninsular se correspondía con un bosque costero muy cercano a una zona deltaica en la que las condiciones ambientales eran cálidas y húmedas.

Los hábitos del Iguanodon y el Morelladon

Con respecto a los hábitos alimenticios de dinosaurios como Iguanodon o Morelladon, los resultados obtenidos en el estudio sugieren que tanto las frondes de estos dos grupos de helechos como las hojas de esas coníferas podrían estar entre las principales fuentes de alimento de las poblaciones europeas más meridionales de Iguanodon bernissartensis.

Finalmente, de este análisis comparativo se ha podido determinar que esta especie de dinosaurio herbívoro, ampliamente distribuido por la región más occidental de lo que es actualmente Europa, presentaba una amplia plasticidad en cuanto a la selección de ambientes, lo que le permitió ser uno de los dinosaurios con un mayor éxito ecológico dentro de las comunidades con dinosaurios del Cretácico Inferior europeo.

El estudio ha contado con la colaboración de investigadores y paleontólogos Universidade de Vigo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad de Bonn y el Grupo de Biología Evolutiva de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

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