CASTELLÓ. La compañía castellonense Facsa asumirá, a través de las depuradoras de Almassora y la mancomunada de Onda, Betxí, Vila-real y les Alqueries; las aguas residuales de Vila-real cuando desaparezca la planta de Vora Riu. La firma del Grupo Gimeno ha resultado la adjudicataria de las dos EDAR citadas en primer término, que gestionará por los próximos cuatro años a cambio de prácticamente 10 millones de euros.
La Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR) ha resuelto recientemente el concurso para adjudicar la gestión de las plantas de Almassora y la mancomunada OBVA (las iniciales de los municipios) tras más de un año de concurso público. Y Facsa se ha hecho con el contrato tras imponerse a las otras seis empresas que habían presentado a tiempo sus ofertas.
Lo ha hecho con la segunda oferta más económica (tasada en 9,8 millones de euros, IVA excluido, 2 menos que los 11,9 del presupuesto de licitación) y con la valoración más alta en cuanto a los criterios de calidad de servicio, medios humanos y mejoras ofertadas. Se ha impuesto así a las ofertas de Gom; Oms-Sacede; la UTE Elecnor-Tecvasa; la UTE Sav-Dam; Hidraqua y Valoriza Agua.
El contrato con el que se ha hecho Facsa incluye la asunción de las aguas de Vila-real. Una vez que Almassora aceptó en primavera asumir parte de las aguas de la planta de Vora Riu, que será demolida, a cambio de determinadas mejoras en su depuradora, el Consell pudo por fin desbloquear la derivación de las aguas residuales de la ciudad de la Plana Baixa a las depuradoras vecinas, la citada de Almassora y la mancomunada. Tras ello, recientemente ha licitado las obras que permitirán derivar estas aguas. Las últimas noticias señalan que espera tener las actuaciones constructivas en marcha el próximo verano, según ha señalado el teniente de Alcaldía de Vila-real, Emilio Obiol. Con ello, a lo largo de los cuatro años de gestión de las plantas en virtud del contrato adjudicado, estas obras deberían estar concluidas.
Las obras, que salieron a licitación por 2,8 millones de euros, incluyen un nuevo edificio de control en la EDAR de Almassora, el suministro e instalación de centrífugas y equipos periféricos en la planta mancomunada de OBVA y las obras de conexión de Vora Riu con la instalación de Almassora, según recogen los pliegos del contrato, que hacen mención a estos requisitos a la hora de presentar las ofertas. Las obras posibilitarán además el derribo de la planta de Vora Riu, que está obsoleta y fue inaugurada en 1978. En su lugar se instalarán bombeos para trasladar las aguas residuales que trata (aproximadamente la mitad de las de Vila-real) hasta la de Almassora y la mancomunada.
El contrato, que por primera vez une la gestión de las dos plantas, que hasta ahora habían salido a concurso por separado, ya ha sido formalizado y entra en vigor este mismo domingo 1 de diciembre. El vínculo contractual podrá ser prorrogado más allá de los cuatro años por los que se adjudica inicialmente.