CASTELLÓ. La empresa Facsa, adjudicataria del servicio de agua potable y alcantarillado de Almassora, sumará este año 193.600 euros en mejoras en la red. La entidad actúa para eliminar progresivamente el fibrocemento de las tuberías antiguas por materiales duraderos y sostenibles. La última actuación ha finalizado esta semana en el entorno del colegio Embajador Beltrán.
La responsable de explotación de Facsa en Almassora, Patricia Agrasar, y el concejal de Servicios Públicos, Joan Antoni Trenco, han visitado los trabajos en la calle Santo Cristo y la avenida José Ortiz. La entidad detectó en ese punto un tramo de conducción en el que se producía sobrecarga en los momentos de máxima demanda, que provocaba roturas en las conducciones, “muy degradadas por la antigüedad”, según ha valorado Facsa.
Debido a la proximidad al centro educativo, el consistorio y la entidad adjudicataria acordaron la ejecución de las obras durante las vacaciones escolares. A falta de la reposición de parte de la baldosa hidráulica, los trabajos han terminado para que el lunes las clases comiencen sin molestias en el entorno de Embajador Beltrán.
De este modo, los operarios han incrementado el diámetro para aumentar la capacidad de paso del caudal demandado. Al tiempo, han aprovechado para sustituir la antigua tubería de fibrocemento, de manera que la red ha prescindido de otro tramo de este material que ya no usa en sus actuaciones. “El objetivo último es mejorar la calidad de las tuberías en esta zona y su capacidad de transporte, evitando las fracturas y las molestias a los usuarios cada vez que se produce un corte de agua”, tal como ha informado el concejal del área.
El tramo afectado es de 120 metros de longitud y supone la continuación de las obras realizadas el verano pasado en el entorno de las calles Caridad y Santo Cristo y la avenida José Ortiz. La actuación, valorada en cerca de 20.000 euros, está recogida en el plan de obras de Facsa para 2019 en Almassora, que sumará a final de año 193.600 euros.
Los trabajos para las mejoras en la red alta y baja se suceden tras la sustitución, este verano, del colector de aguas residuales de la calle Boqueras. Una inspección con cámara de televisión en el interior del recinto detectó el deterioro de la instalación a consecuencia de su antigüedad, por lo que la firma encargó la sustitución para garantizar el servicio al entorno del grupo Corell y las inmediaciones de este vial.
En esa ocasión los trabajos afectaron a 44 metros de conducción de hormigón de 400 milímetros de una red muy envejecida por el paso del tiempo. De no ejecutarse la sustitución, el entorno de la calle Boqueras, entre Nueve de Octubre y la calle Viver, podría sufrir problemas en la gestión de aguas residuales.