CASTELLÓ. La sala cuarta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana decidió ayer jueves paralizar de forma "cautelarísima" la organización de las asignaturas mediante ámbitos de conocimiento en primero de la ESO con el argumento de que la Generalitat Valenciana pretende implantarla con "premura" y sin tiempo para prepararla. La FAMPA Castelló Penyagolosa considera que esta decisión "es extemporánea y que está fuera de lugar, dado que en la realidad el sistema lleva en funcionamiento desde hace dos cursos en todos los centros de educación secundaria del territorio financiados con fondos públicos".
El sistema de aprendizaje por ámbitos de conocimiento consiste en agrupar la enseñanza de más de una materia en sesiones efectuadas de forma conjunta, todo con el objetivo de hacer la educación más competencial y que el alumnado pueda relacionar y aplicar los conocimientos que progresivamente va adquiriendo de las diferentes materias. En la práctica, no se trata de ninguna fórmula nueva, puesto que hace décadas que los centros educativos lo han estado utilizando. La Comunidad Valenciana fue la primera en generalizarla a gran escala como fórmula para facilitar la transición de etapas educativas durante la pandemia.
Desde la FAMPA Castelló Penyagolosa "consideramos que la decisión supone una nueva traba a la aplicación de la LOMLOE y a la introducción de avances en el sistema educativo, todo sin entrar a valorar cuestiones pedagógicas y de currículum escolar, aspectos que entendemos que no nos corresponde entrar a considerar como familias".
"En todo caso, pensamos que la vía judicial no es la más adecuada para avanzar en el ámbito educativo. Y más aún cuando, teniendo en cuenta el planteamiento de la demanda efectuada, se esconden, bajo las "posibles pérdidas de derechos por parte del alumnado", reclamaciones de carácter laboral que en ningún caso se tendrían que mezclar con cuestiones pedagógicas", añaden.
La FAMPA Castelló Penyagolosa pide nuevamente volver a la vía del diálogo. "Consideramos que últimamente, en determinadas decisiones como la convocatoria del proceso de modificación de jornada escolar o la determinación del calendario escolar, se ha dejado de lado la opinión e intereses de las familias",concluyen.