CASTELLÓ. "Somos una gran provincia que está evolucionando". Así de contundente se ha mostrado el presidente de Pamesa Grupo Empresarial, Fernando Roig, tras recibir el premio a la Excelencia Empresarial 2021 otorgado por Castellón Plaza. Lo ha hecho en referencia a las palabras del presidente de Grupo Plaza, Enrique Lucas, que poco antes había expresado las dudas que algunos empresarios le transmitieron poco antes de la apertura de este diario. "Castellón es una provincia pequeña", le dijeron.
Pero Lucas y el resto de socios no hicieron caso -"Castellón tiene un potencial económico potentísimo", ha dicho aquel en su discurso- y Roig también lo ha suscrito. Tanto, que en referencia al sector azulejero, donde el conglomerado empresarial que lidera se ha convertido en todo un referente, no tiene ninguna duda: "Somos mejores que los italianos, tenemos mejor productividad", ha lanzado rotundo.
En este sentido, solo tiene una queja. "Nos falta un fabricante de maquinaria" que sea capaz de producir los hornos, prensas y secaderos que utiliza diariamente el sector cerámico castellonense, ya que estos vienen todos de Italia. Sí ha reconocido Roig el liderazgo de las firmas locales en otros segmentos, como "la inyección de tinta o los complementos", en los que la industria esmaltera es clave.
Estas palabras las ha pronunciado el presidente de Pamesa tras agradecer el premio, que ha recogido como "un honor" para él y "en nombre de los 2.680 empleados del grupo". En este sentido, ha vuelto a expresar su satisfacción por no haber tenido que recurrir a "un ERE ni un ERTE" para ajustar la plantilla en "un año tan complicado".
Entre los compañeros ha tenido un recuerdo especial para Jorge Bauset, a quien ha querido rendirle un "homenaje" con el premio tras su fallecimiento hace tan solo una semana. Todo un "amigo, además de director general" del grupo durante muchos años, "muy querido" para Roig, como ha remarcado en el momento más emotivo de su discurso. Bauset no pudo conocer la victoria del Villarreal CF en la Europa League, ya que estaba ingresado en la UCI en esos momentos, ha lamentado además.
En referencia al triunfo groguet, Roig ha bromeado con que el trofeo otorga una plaza para disputar la próxima Champions League y la final de la Supercopa de Europa en Belfast el 11 de agosto "contra un equipo del que no recuerdo el nombre, de un tal Abramovich". Y ha ironizado con la representación de las administraciones en la final de Gdansk: "A ver si los políticos tienen un poquito de tiempo y van a ver al Villarreal, que lo merece".
También en unas palabras dirigidas "a la primera fila de los asistentes", donde estaban los cargos políticos, el presidente de Pamesa ha hablado de los principales retos que afronta el sector cerámico: las trabas a la cogeneración o los "impuestos especulativos", como el coste de los derechos de emisión del dióxido de carbono (CO2): "Si no cambia esto, vamos a tener problemas".
A los dirigentes públicos en Madrid les ha vuelto a pedir que no suban los impuestos, porque "no son infinitos". Así, ha dicho, los empresarios tienen "que crear riqueza" y los políticos "recaudar y gastar lo menos posible", para reiterar acto seguido que, en un año tan "difícil" como el pasado, Pamesa ganó dinero -en concreto 66 millones, ha recordado-, pero antes había pagado "el 24%" en impuestos.
La anécdota del discurso la ha pronunciado Roig casi al principio. "Cuando subía la escalera miraba el pavimento, un 40x40" que fabricaba Pamesa cuando el anterior presidente de la Cámara, Salvador Martí, construyó el edificio "por el año 90", ha recordado. No extraña la memoria del presidente del grupo azulejero, porque ese porcelánico era de los primeros que produjo la compañía de Almassora, lo que le supuso todo un "esfuerzo". Tanto, que a la pieza le llamaban "sal y pimienta; y a punto estuvo de tirarnos a la ruina", ha rememorado. Eso sí, "tiene una gran calidad porque mirad como brilla después de 30 años", ha bromeado el presidente del grupo que ha recibido el primer Premio a la Excelencia Empresarial de Castellón Plaza.