CASTELLÓ. A falta de prácticamente tres meses para la liberalización de la Autopista del Mediterráneo (AP-7), algo que se producirá el próximo 1 de enero, el Ministerio de Fomento acaba de licitar los estudios que deben definir si serán necesarios nuevos enlaces que conecten la carretera con las localidades castellonenses cercanas de forma que se dé servicio a todos los usuarios tras el aumento de tráfico que se producirá en la vía.
El gabinete que dirige el ministro en funciones José Luis Ábalos ha anunciado este jueves que ha sacado a concurso los contratos para redactar el Estudio previo sobre distribución de demanda de tráfico tras supresión de peaje en Autopista AP-7 Tarragona–Valencia y necesidad de actuaciones en la Red de Carreteras del Estado, así como otro idéntico para el tramo de la capital autonómica a Alicante.
El objeto de ambos documentos es, básicamente, realizar un estudio de tráfico y de movilidad del entorno de la AP-7, tanto de la situación actual como de la futura, ya con el tráfico abierto. Esto debe definir "las alternativas de actuación", es decir, los nuevos enlaces a materializar que den servicio a los usuarios.
De esta manera, pasarán varios años tras la liberalización de la autopista para que Fomento construya una red nueva de salidas de la AP-7 que la conecten con su entorno. De momento, tan solo ha avanzado en el proyecto del nuevo enlace de Vinaròs y ya ha adjudicado el acceso a Oliva, en Alicante, cuyas obras están a punto de comenzar.