VALÈNCIA. La dirección de Ford no ha concretado este martes el número de despidos para el nuevo ERE que afectará a la factoría de Almussafes, pero ya ha avanzado que se prorrogará el ERTE vigente unos meses más. Por el momento, la multinacional sigue estudiando el impacto del nuevo recorte, anunciado hace unas semanas, y que es consecuencia del exceso de personal que vive la planta tras perder producción en los últimos años y únicamente producir en este momento un único modelo, el Kuga.
No obstante, sí que ha avanzado que prorrogará el ERTE vigente en la factoría y que concluía el próximo 20 de junio. Un ajuste que ha afectado a más de la mitad de la plantilla, 2.600 trabajadores de los cerca de 4.900 que hay en las instalaciones valencianas.
Así se lo ha trasladado la firma del óvalo al comité de empresa, representado mayoritariamente por UGT, en la primera mesa negociadora del nuevo ERE, que ha concluido sin un número de afectados encima de la mesa.
Y es que en este momento solo se fabrica en las instalaciones valencianas el modelo Kuga, tras perder en abril la producción de la furgoneta Transit. Una situación que ha rebajado la carga de trabajo y que ha llevado a la dirección a tomar esta dura decisión, que ya se preveía entre la plantilla.
Cierto es que a partir de 2027, la planta ensamblará un nuevo coche, todavía sin concretar, pero cuya producción anual se ha estimado en 300.000 unidades. Un fuerte pedido garantizaba la supervivencia de Almussafes pero que, sin embargo, llegará dentro de dos años, por lo que mientras tanto la producción será mínima y requerería de menor empleo.
Lo cierto es que desde el estallido de la pandemia, Almussafes encadena ERTE de forma trimestral. Pero, además, hace un año que se acordó un despido colectivo que afectó en a 1.144 trabajadores, el 20% de la plantilla que la factoría de Almussafes tenía entonces. De esta forma, las instalaciones valencianas, que llegaron a tener cerca de 9.000 empleados, sufrieron un golpe que dejaron en mínimos a sus trabajadores.