CASTELLÓ. La Fundación Globalis se suma al protocolo elaborado por el sector de la piscina de uso público que pretende servir de hoja de ruta para poder reabrir estas instalaciones. Este documento busca garantizar la seguridad tanto de los usuarios como de los trabajadores de las instalaciones acuáticas tras la situación provocada por la COVID-19.
Los objetivos de esta iniciativa nacional a la que se suma Globalis son crear y difundir un protocolo unificado y consensuado, aportar conocimiento y recomendaciones a los responsables y a las administraciones y generar confianza entre los usuarios para que puedan encontrar las piscinas de uso público como espacios seguros frente al coronavirus.
El documento es una herramienta para fomentar un uso seguro de estas instalaciones y mejorar sus condiciones. Las medidas que el escrito indica que deben tomarse en cuenta afectan a aspectos tan distintos como el aforo de las instalaciones, la calidad del agua y del aire, el refuerzo de las medidas de higiene y desinfección y el proporcionar una información clara y veraz a los usuarios de las piscinas tanto en edificios públicos como privados.
Según informa Globalis en un comunicado, el protocolo además ofrece medidas de seguridad a los responsables de las piscinas así como recomendaciones a todos los usuarios y bañistas para garantizar la protección de todas las personas.
La guía también indica que deberá ser cada gestor quien realice la evaluación de riesgos de sus propias instalaciones y tomar las medidas más adecuadas para ellas en función de sus características concretas.
La guía ha sido apoyada por varias universidades, por las dos principales asociaciones de este grupo profesional, ASOFAP y ASEPPI, también por asociaciones y empresas deportivas y otras relacionadas con el sector hotelero o los parques acuáticos lo que demuestra el compromiso y unidad de todas las partes implicadas con los ciudadanos.
