VALÈNCIA (EFECOM). La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha firmado este miércoles con patronal y sindicatos el acuerdo contra el acoso a las personas LGTBI en las empresas, que se convierte en el vigésimo pacto alcanzado en el diálogo social.
Durante el acto de firma del acuerdo, la ministra ha valorado el consenso social "en unos momentos en los que es más importante que nunca el dialogo y los acuerdos" y ha agradecido "a tantas personas que a lo largo de los años habéis hecho lo más difícil que es caminar".
Díaz ha apuntado que la mayoría de las personas LGTBI ocultan su identidad en el trabajo por miedo a no ser contratadas, al acoso o a ser despedidas y ha puesto en valor un acuerdo que les aportará "libertad" y "derechos para hacer posible esta libertad".
El acuerdo recoge una serie de medidas planificadas para lograr la igualdad y no discriminación LGTBI en las empresas, así como un protocolo ante situaciones de acoso por orientación sexual e identidad y expresión de género.
Da un plazo de tres meses para negociar las medidas a las empresas de más de 50 trabajadores, que además deberán recoger en sus convenios colectivos cláusulas genéricas de igualdad de trato y no discriminación y para erradicar estereotipos.
Las empresas también deberán integrar en sus planes de formación módulos específicos sobre los derechos de las personas LGTBI y en sus convenios colectivos medidas que atiendan a la realidad de las familias diversas, cónyuges y parejas de hecho LGTBI.
Asimismo, los convenios deberán incluir como sanciones "muy graves" los ataques a la libertad sexual de los trabajadores, según el acuerdo, que dota también a la Inspección de Trabajo a vigilar el cumplimiento y a sancionar en caso contrario.
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha valorado que el acuerdo haya sido tripartito porque ahora deberá implementarse mediante la negociación colectiva en las empresas, que son "un hábitat particular en el que se establecen relaciones jerárquicas y de dependencia".
Aunque ha señalado que "queda mucho por hacer", también ha añadido que "la España actual poco se parece a la que apenas hace unas décadas aun adolecía de una 'Ley de vagos y maleantes' que decía que el homosexual, por su condición, suponía un peligro contaminante para la moral sexual colectiva".
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, también ha puesto en valor ese diálogo social, porque "somos conscientes de que (las empresas) son uno de los lugares en los que más discriminación y homofobia se produce".
No obstante, Álvarez ha reconocido que este acuerdo "no les satisface al cien por cien" y que ha habido debate interno en el sindicato, si bien han decidido suscribirlo porque "es una gran oportunidad de situar, aunque sea de manera menos importante de lo que nos hubiera gustado, los temas LGTBI en las empresas".
Por parte de la patronal, la presidenta de la Comisión de Igualdad y Diversidad de la CEOE, Val Díez, ha subrayado el compromiso de las empresas con la no discriminación del colectivo LGTBI y ha mostrado la disposición de los empresarios a trabajar en los convenios colectivos.
"Ser brillante o un buen líder no tiene nada que ver con tu orientación sexual o la forma en la que hayas decidido expresar tu identidad", ha dicho Díez, quien ha considerado que los prejuicios ya no existen entre la alta dirección de las empresas, pero que es necesario seguir trabajando desde los mandos intermedios para abajo.
La presidenta de la Federación Estatal LGTBI+, Uge Sangil, ha valorado este acuerdo "pionero en Europa y a nivel internacional", que demuestra que "España es un país de orgullo y referente en igualdad, en los derechos".
Por su parte, la Plataforma Trans, una de las promotoras de la Ley Trans la pasada legislatura, ha denunciado "haber sido vetada por el Ministerio Trabajo en la firma del acuerdo", algo que consideran "un agravio histórico para el colectivo".