ALBACETE. Un antes y un después es lo que se debería de ver sobre la cotizada Grifols, ya que últimamente se suceden las noticias y no todas ellas buenas sino todo lo contrario: casi todas están -o estaban- en el lado negativo y oscuro.
No hace mucho que la intención de la compañía era no presentar los resultados trimestrales, ya que como bien sabrán ya no es obligatorio. Como siempre es una medida que dicen que se ha tomado en beneficio de los accionistas minoritarios, lo cual parece increíble. Eso de pretender que los accionistas sepamos lo menos posible de las cotizadas parece que nos protegen. En fin ya saben cómo va el país en cuanto a las cosas que se están haciendo y las decisiones que se toman, siempre, siempre van en beneficio de todos…
Volviendo a lo que nos interesa digo que puede producirse un antes y un después tras el relevo en la presidencia. Víctor Grifols Roura, fundador del mayor fabricante mundial de hemoderivados, ha decidido ceder el puesto a uno de los consejeros de la compañía como es Steven F. Mayer. No ha sido a ningún familiar, lo cual choca mucho porque los Grifols han estado ahí toda la vida y lo normal hubiera sido que algún miembro se hubiera preparado para el traspaso de poderes.
De manera que visto lo visto, tal y como marchaba la cotización, supongo que será lo mejor que podía pasar: un cambio de mando, un cambio de aires o como hacen en los equipos de fútbol: un cambio de entrenador, que aun llevando en la casa 11 años -cuando Grifols compró Talecris en 2011- no lo es totalmente con raíces incluidas.
Técnicamente el valor lleva ya un tiempo que lo único que ha hecho ha sido bajar y bajar, pero quizás pocos se acuerden de cuando salió al mercado y aburría a los muertos. Allá cuando pocos comentábamos que era un auténtico chollo y pasaban los años y la cotización no solo no subía si no que bajaba.
Ya ven la zona que marco sobre el gráfico, aquellos años tan malos tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, la cotización que debutó en los 4,4 euros en mayo de 2006 fue capaz dos años después de superar los 8 euros para luego tirarse unos años de bajada hasta los 3-4 euros.
Parece que todos los que han comprado en estos dos últimos ejercicios en los 20-30 euros pensando que era una gran compañía, no se dieron cuenta de dónde venía y es que como siempre por muy buena que sea una empresa hay que ver el pasado, dónde estaba y dónde está.
El caso que un buen día comenzó a subir y a dar sus frutos, llegando a dispararse momentáneamente hasta los 30-35 euros. A partir de ahí ya se sabe la historia: bajar y bajar y un querer y no poder, ya que durante los últimos meses los descensos han sido normales con recortes y recuperaciones para volver a caer. Ahora bien, las últimas semanas ya no han sido normales sino sangrantes: desde los 12 euros hasta casi los 8 euros.
No sabemos si logrará aguantar las zonas de bajos vistos estos días -zona rondando los 8,50 euros-, puesto que son niveles donde encontramos los altos de hace muchos años tras su debut en bolsa. Grifols tendría soportes importantes o, por contra, seguirá bajando hasta rondar los 7 euros o algo más. Sin embargo, lo que no cabe duda es que ahora sí que se han dado cuenta que tienen un problema y con ello se ha producido un cambio de entrenador.
Habrá que ver cómo va transcurriendo la cotización durante las próximas semanas y sobre todo observar si se producen divergencias alcistas en gráficos semanales y encima se producen en zonas de soportes; si fuese así sería blanco y en botella, ya que el problema como siempre aquí lo tendría quienes entraron cuando decían que era un gran valor a 30-25-20 euros y no el que entre ahora en 8-7 euros o qué sé yo.
Al final, y como otras tantas cotizadas, parece que ha vuelto a casa por Navidad y si no fuese así no tengan duda que finalmente sería el retorno en las mismas celebraciones navideñas.
Juan Carlos Costa es director de Kostarof.com