Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. Cambios en el proyecto para la construcción del futuro 'Campus Battery' de Volkswagen en Sagunt. La Conselleria de Hacienda, a través de la Dirección General de Patrimonio, asumirá el desarrollo y la licitación de las obras de esta actuación, orientada a la capacitación de jóvenes en materia de baterías y electromovilidad, que, hasta ahora, estaba en manos de la Dirección General de Infraestructuras Educativas. Un movimiento con el que la Generalitat Valenciana busca dar a esta iniciativa una mayor agilidad, eficiencia y operatividad, dado que el suelo lo compró el departamento que dirige Ruth Merino.
Así consta en una resolución publicada este jueves en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), que recoge esta modificación y, por ende, el traspaso de la inversión prevista para este proyecto de un departamento a otro. De esta forma, la Generalitat autoriza una transferencia de crédito de 10 millones de euros, la anualidad para el campus que recogen los presupuestos del Consell para este año, de Educación a Hacienda. Así, el capítulo 6 del programa 'Infraestructuras educativas' pierde ese montante, que recala en Patrimonio a través de la nueva línea de inversión 'Construcción de edificios de otros centros'.
Cabe recordar que la parcela fue adquirida por 4,6 millones de euros por la Conselleria de Hacienda a principios de este año con el objetivo de destinarla a la construcción del Centro Integrado de Formación Profesional ‘Battery Campus Sagunt’. Se trata de una superficie de 21.600 metros cuadrados en Parc Sagunt II, que linda por el sur con la fábrica de celdas de baterías del grupo Volkswagen.
Dado que esa operación la ejecutó el equipo de Merino, desde el Consell se ha considera "más apropiado" que el desarrollo conjunto de las actuaciones, incluido el centro de formación profesional, se lleve a cabo por la Dirección General de Patrimonio, señala la resolución publicada en el DOGV. Con ello, se busca mayor agilidad y eficiencia, explican desde Haciendo. Eso sí, una vez terminadas las obras, el centro se adscribirá a la Conselleria de Educación, Universidades y Empleo.
Este cambio también implicará una nueva licitación del proyecto. Hasta ahora, el equipo de José Antonio Rovira había anunciado la licitación por la vía de la urgencia y aumentado el presupuesto en 4,7 millones al pasar de 30,4 millones de euros inicialmente previstos para el desarrollo a 35,1 millones. Sin embargo, todavía no se había publicado el pliego, por lo que será ahora Patrimonio el encargado de sacar la convocatoria.
De acuerdo con el proyecto inicial de Educación, el futuro centro de formación se proyectó para recibir a cerca de 400 alumnos de especialidades centradas en la mecatrónica, química, automatización industrial y seguridad ambiental, con un claustro formado por 12 docentes. Los ciclos formativos que se impartirán serán: Grado superior de automatización y robótica industrial; Grado superior de sistemas electrotécnicos y automatizados; Grado superiores de mecatrónica industrial; Grado superior de análisis y control industrial; Grado superior en química industrial; y Grado superior de química y salud ambiental.
Asimismo, el edificio se ha proyectado con una estructura modular, diferenciando dos bloques que separan el uso de la academia de baterías del resto del campus. La primea se desarrollará en la planta baja y la primera planta, mientras que en las siguientes tres alturas estarán las aulas y laboratorios de formación del CIPFP. Además, la idea es que cuente con siete laboratorios para el desarrollo de las diferentes materias tanto para análisis químico y fisicoquímico, como microbiología, para ensayos físicos o análisis instrumental.
También se han diseñado dos aulas de informática, tres salas polivalentes y seis zonas para talleres relacionados con la química industrial, los sistemas automáticos, la educación ambiental o el mecanizado, además de una biblioteca y diferentes despachos para los profesores y equipo de dirección.
En el exterior del inmueble se diferencian tres zonas: aparcamiento, zona de tiempo libre-esparcimiento con terraza exterior de cafetería y espacios de trabajo exteriores de talleres.
El objetivo es que el complejo esté operativo para el curso 2025-2026, acompasando así la puesta en marcha del centro con la de la gigafactoría, de manera que en el plazo más breve posible se puedan incorporar los primeros alumnos para la realización de prácticas.
